De las 14 323 plazas médicas para especialidades y subespecialidades que el Gobierno oferta, cerca de 7 000 quedaron vacías debido a que los médicos se rehúsan a ejercer su profesión en zonas marcadas por la violencia, o porque no cuentan con los instrumentos básicos para ejercer. Veracruz, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca y Michoacán son las principales entidades que más plazas vacantes tienen [1].
El sistema de salud mexicano se encuentra en una crisis compleja. Atender las causas por las cuales los médicos no quieren tomar las plazas sería la mejor solución que el gobierno tendría que implementar, pues el traer a 500 médicos cubanos -decisión tomada por el gobierno que ha sido muy criticada por la sociedad- solo ha polarizado las opiniones y no resuelve el problema de raíz. La OMS recomienda 1.2 médicos por 100 000 habitantes, en México actualmente hay solo 0.7 médicos [2].
El debate en torno a las plazas médicas vacantes en zonas violentas, remotas, o sin suficiente equipo, muestra las grandes carencias que aún existen para considerar la salud como una de las principales necesidades que se deben de atender en el país. Procurar espacios seguros para que nuestros médicos puedan ejercer su profesión debe ser una prioridad.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
