En nuestra publicación anterior abordamos el tema de la marihuana y los daños que causa en el desarrollo del cerebro en los adolescentes. Veíamos que estos daños son mucho más severos que los que ocasiona el alcohol, e incluso algunos son irreversibles y permanentes, como se ha comprobado en diferentes estudios [1]. Uno de los daños más graves que ocasiona la marihuana en los adolescentes es la pérdida de coeficiente intelectual de por vida [2].

Por otra parte, los jóvenes que consumen marihuana tienen mayor riesgo de padecer ansiedad, depresión, y en quienes tienen cierta disposición genética, también esquizofrenia [3]. Además, el uso de la marihuana es altamente adictivo [4], llevando al consumo de otras drogas [5].

Para muchos jóvenes el consumo de la marihuana puede ser en un principio una cuestión de moda, algo que consideran inofensivo y que muchas veces desean probar por curiosidad o por sentirse parte de un grupo. Así nos lo cuenta un joven que nos platicó su experiencia con esta droga. Él empezó a fumar marihuana a partir de los 14 años; actualmente tiene 27 y se encuentra en rehabilitación. Me impactó profundamente todo lo que me compartió, y al final de la plática me quedé reflexionando en cuánto necesitan nuestros hijos acompañamiento y supervisión, pero sobre todo nuestro cariño y cercanía. Te comparto a continuación nuestra plática.

ConParticipación (CP): ¿Cómo fue que empezaste a consumir?

Joven (J): Yo recuerdo que unos primos fumaban “mota” y yo quería ser parte de ese grupito, quería saber lo que se sentía y encajar con ellos. Entonces, una vez en mi cumpleaños, mi primo se quedó a dormir en mi casa y llegando la madrugada le pedí que me compartiera; fue mi primer consumo. Fue bastante relajado. Yo quería encajar en otro lugar, quería pertenecer y saber qué se sentía.

CP: ¿Qué efectos sentías al consumir?

J: Me sentía diferente, más relajado, sentía como que no había tanto problema con las circunstancias que me pasaban. Yo iba cargando una inestabilidad mental y emocional y la droga me relajó mucho. Me quitó muchas cosas de encima, me fugaba en eso; no estaba ahí ni en mi mente ni en mi cuerpo, o sea, estaba en otro lado, me sentía relajado.

CP: ¿Por qué te gustó, por qué seguiste fumando?

J: Porque yo traía mucha soledad, sentía que la marihuana era mi compañía. Era como si fuera mi compañera para ir al cine, para disfrutar mejor una película, un plato de comida, una convivencia familiar; me dio un confort que no encontraba en ningún lado, me dio esa seguridad, el estar relajado y no preocuparme tanto por las cosas, me dio calma.

CP: ¿Qué daño mental o psicológico crees que te haya causado?

J: Después de dos años de estar consumiendo o año y medio, yo ya empezaba a notar que “se me iba más el avión” en el sentido de que se me olvidaban las cosas. Si entraba a un cuarto se me olvidaba a qué iba, o se me olvidaba lo que recién estaba haciendo, me afectó mi memoria a corto plazo. Empecé a sentir que estaba mal; la conciencia me reclamaba, sentía que ya todos sabían que yo fumaba, que todos me estaban viendo, que me estaban rechazando por eso, pero creo que era en parte que me estaba afectando mentalmente, lo imaginaba.

CP: ¿Algún daño físico que te haya ocasionado?

J: Sí, más bien las consecuencias. Una vez estando drogado estaba practicando parkour [6]. La marihuana me daba valor para hacer cosas y una vez me fracturé la clavícula porque hice un salto que no debí haber hecho. No me importó hacerlo, o más bien me dio valor para hacerlo. Me terminé lastimado y en el hospital, y aún con eso, yo decía: “no pasa nada”.
Otro daño físico es que cuando no consumía temblaba mucho, ya sea para agarrar una taza o cualquier objeto; era por la pura ansiedad de volver a consumir otra vez. Incluso aún consumiendo me sentía más torpe con los movimientos, de pronto tiraba algo por accidente, ese es un daño físico que de repente al día de hoy aún me pasa.

CP: ¿Por qué decidiste dejar de fumar marihuana? ¿Qué sucedió?

J: Yo recuerdo que en un principio me dijeron que si empiezas con la “mota”, terminas con otras cosas peores, pero yo aún así quería saber qué se sentía. Y sí es cierto, de repente la marihuana ya no fue suficiente, ya necesitaba algo más fuerte para calmar la ansiedad y empecé a probar otras sustancias, y ya ni con sustancias más fuertes ni con la pura marihuana -como dicen que la “mota” es una droga leve- me calmaba. Llegó un punto en que ya no lo disfrutaba, nada más lo hacía porque necesitaba hacerlo, porque si no me sentía mal. Decidí dejarlo porque me llevó a una depresión y a un estancamiento muy marcado por meses del cual no sabía cómo salir. Me dejó tirado en una cama, deprimido y sin querer ver a mis amigos, ni a la novia, sin querer ver a nadie. Lo dejé porque llegó un punto en que ya no me controlaba yo, pedía prestado para consumir, robaba cosas; fue entonces que decidí dejarlo porque me di cuenta de que ya había cruzado una línea de la que no podía regresar.

CP: ¿Cuánto tiempo tienes sin consumir y cómo lo lograste?

J: Tengo exactamente 10 meses y 15 días, ya voy para 11 meses. Y lo logré primero dándome cuenta de que yo no podía controlarme y que yo era obsesivo compulsivo al momento de consumir. Ya no era yo cuando consumía, siempre pensaba “cómo le voy a hacer para consumir”; me levantaba con la idea, me iba a dormir con la idea, y terminé de cierta forma humillándome a mí mismo con tal de conseguir una dosis. Y pues dejándolo en manos de Dios, hubo gente que claro, me ayudó. Los primeros meses fueron muy confusos, el aceptar que ya no iba a poder consumir nunca, pero me hicieron darme cuenta de muchas cosas. Me hicieron darme cuenta de que si seguía por esos rumbos, no iba a venir nada bueno. Yo puedo decir que estoy saliendo adelante con la ayuda de Dios, qué más puede ser, yo sé que no soy yo, que es algo más grande, porque yo nunca pensé que iba a poder dejar de consumir, y así es.

Estas son las palabras de un joven que vivió las consecuencias de fumar marihuana durante aproximadamente 13 años, desde su adolescencia. A través de esta charla nos damos cuenta de primera mano de los daños que ocasiona la marihuana; el dolor y la desesperación en que un joven puede sumirse a consecuencia de esta droga. Desafortunadamente cada vez más jóvenes se verán expuestos a ella.

Ojalá en la sociedad estuviéramos más informados y fuéramos más conscientes del daño que puede ocasionar la marihuana en nuestros jóvenes. Como te comentaba en días pasados, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ya autorizó su uso para fines recreativos a través de una jurisprudencia [7]. Aunque ahora se requiere un permiso para cultivarla y consumirla, ¿qué pasará si se legaliza sin ningún tipo restricciones? Este joven tuvo la madurez de decidir dejar la marihuana, pero muchos quizá no lo logren y destruyan sus vidas. No nos dejemos engañar ni dejemos que nuestros jóvenes se engañen pensando que al probarla no les sucederá nada. Hablemos con nuestros hijos sobre las consecuencias del consumo de esta droga, y participemos como ciudadanos alzando nuestra voz y externando nuestra inconformidad ante la legalización de la marihuana.

ConParticipación
Fuentes:
[1] https://www.bbc.com/news/health-45732911
[2] https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/08/120828_marihuana_deterioro_cerebral_men.shtml
[3]https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/existe-una-relacion-entre-el-consumo-de-la-marihuana-y-la-enfermedad-me
[4] https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/es-adictiva-la-marihuana
[5]https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/la-marihuana/puede-el-consumo-de-marihuana-llevar-al-uso-de-otras-drogas
[6] https://www.20minutos.es/deportes/noticia/que-es-parkour-3354679/0/
[7] https://adnpolitico.com/mexico/2018/10/31/la-suprema-corte-sienta-jurisprudencia-en-uso-recreativo-de-marihuana