En el artículo pasado te hablamos sobre la “democratización de la familia” y te comentamos que su objetivo es cambiar el concepto de familia y desestabilizarla con el fin de que el Estado tome el control de la vida familiar. La Mtra. María Cristina Rodríguez García, del equipo de investigación de ConParticipación, nos expuso muy claramente las fallas que existen sobre este engañoso enfoque, ya que va en contra de la naturaleza de la familia. Te comparto nuevamente un gráfico que explica las ideas principales de esta propuesta y el análisis que explica porqué es errónea:

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La Mtra. Rodríguez García expone que“la democratización de las familias pasa necesariamente por una intervención del estado acerca de qué es la familia, sus relaciones y sus conductas; incluso promueve un Estado que es capaz de asumir las funciones en lugar de los padres cuando considera que no están siguiendo un modelo democrático (ya que pretende que haya autonomía de los miembros e igual poder de decisión) en la familia. Bajo el argumento de combatir la violencia, invade y quiere regular el espacio familiar y privado, metiéndose en las familias para decir que si está bien y que no en la familia”.

Asimismo, la Mtra. Rodríguez García nos presenta 3 ideas clave sobre la familia que la democratización de la familia pretende cambiar:

  • Contra la realidad de que la familia es una organización natural-social, se pretende imponer la idea de que la familia es un invento social para oprimir a sus miembros, donde existen “relaciones desiguales de género”. Lamentablemente este enfoque pasa por alto que la primera relación de un ser humano es la familia (porque todos provenimos de un padre y una madre), antes que la relación social con el Estado. Por otro lado, es verdad que hombre y mujer son diferentes, pero no desiguales: son iguales en dignidad y, además, complementarios en la relación matrimonial y familiar.
  • Contra la realidad de que la familia es una organización con normas que contribuyen al desarrollo de sus miembros, se pretende imponer la idea de que la familia es un sistema político autoritario que los oprime. Ya explicamos anteriormente lo erróneo de esta idea: la familia no es un sistema donde hay “opresor” y “oprimidos” que luchan entre sí para acabar con la desigualdad. No. Las relaciones en la familia no son de poder ni de tiranía, sino de complementariedad, trascendencia y respeto: primero entre los esposos, y de los esposos hacia los hijos. Cada uno tiene su lugar en la familia y cada uno tiene derechos y deberes que al ejercerse ayudan a que la dinámica familiar sea armónica.
  • Contra la realidad de que la familia se sustenta sobre la masculinidad y feminidad del hombre y la mujer, en su complementariedad, y en los roles que se derivan de ello, se pretende que se diluyan las diferencias entre sus miembros pues desde su enfoque esas diferencias son estereotipos de opresión. Aclaremos cuál es el error en esta perspectiva: hombre y mujer contribuyen con sus diferentes capacidades al bien de la familia. Esa diferencia no puede “diluirse” porque hombre y mujer son diferentes y complementarios. El padre no puede amamantar al hijo, por ejemplo. La pareja se puede poner de acuerdo y tomar las decisiones sobre los roles y tareas que ejercerá cada uno con base en su complementariedad. De esta forma deciden quién será el proveedor, quién administrará la casa, cómo van a educar a sus hijos, etc.

A continuación te comparto una infografía con estas ideas:

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Aunque el concepto de “democratización de la familia” para algunos pueda sonar como algo positivo, el análisis profundo del mismo nos lleva a concluir que su interés principal es cambiar el concepto de familia y alterar las relaciones que existen dentro de ella con el fin de que sea el Estado quien tome el control y ejerza la autoridad en la familia. Si controlas a la familia, controlas a la sociedad, y puedes introducir cualquier tipo de ideas, como la ideología de género.

A continuación te muestro las conclusiones del estudio de la Mtra. Rodríguez García:

  • La democratización de las familias es un enfoque de política pública e intervención estatal que busca cambiar el concepto de la familia y las relaciones y conductas que suceden dentro de ella.
  • Conlleva un cambio en las ideas sobre masculinidad-feminidad, maternidad-paternidad y relaciones familiares.
  • Propone entender a la familia como una estructura que es violenta por sí misma, que oprime a las mujeres y niños, privilegia a los hombres y funciona como sistema político autoritario.
  • Justifica la intervención, regulación y control del Estado en cualquier ámbito de la familia y la sustitución de funciones.
  • Es una visión injusta sobre la familia que pretende juzgar a dicha institución desde una supuesta superioridad del Estado, sin comprender sus dinámicas, luchas y necesidades.

Es importante que nos informemos y analicemos las ideas que pretende introducir el gobierno en nuestros hogares y descubrir qué hay detrás de todo eso. No debemos permitir que el gobierno desestabilice la institución familiar con enfoques insostenibles. Mantengámonos firmes y luchemos por nuestras convicciones y valores.

ConParticipación