Siete jugadores australianos de rugby amenazaron con boicotear un partido — expresaron que no lo jugarían—, después de que la administración del club, sin previo aviso ni consultarles, anunciaron que los jugadores debían usar una camiseta con diseño de arco iris, símbolo del denominado “orgullo gay”. Los siete jugadores comentaron que se rehusarían a usar dicha prenda debido a sus valores culturales y religiosos [1].
El entrenador de los Sea Eagles, el equipo en cuestión, reconoció que la posición en la que los jugadores se encontraban era complicada y apoyó su decisión de no jugar en el siguiente partido [2].
Es positivo que más personas de la esfera pública alcen su voz sobre este tipo de temas. Llama la atención de forma positiva que estos jóvenes jugadores se expresaran públicamente en contra de ideas que en general se están imponiendo a nivel mundial, y con las que no necesariamente todas las personas están de acuerdo. Se reconoce la valentía de este posicionamiento a sabiendas de las posibles represalias que pueden sufrir.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
