“Nos queremos mucho pero no tanto para ser exclusivos”. “Solo busco estar con alguien para pasar el rato, nada serio”. Frases como estas se escuchan entre los jóvenes y los no tan jóvenes quienes ahora tienden a vivir un estilo de relación que se basa en el sentir del momento. Algunos valoran las relaciones estables, pero se observa que muchos ya solo buscan “apertura“ inestable en vez de compromisos. ¿Cómo llegamos a esto? No es nada nuevo, es producto de la hipersexualización de la cultura, que comenzó muchos años atrás, y a la par de ir sembrando en las personas la idea de que el sexo no necesariamente está ligado a una relación estable y significativa. Además, la sexualidad en su concepto, y todo lo que se relaciona con ella (identidad, relaciones sexuales) se ha distorsionado. Lo de hoy, lo que “está de moda” es la desconfianza en el matrimonio, y eso se ha permeado en las relaciones humanas al grado de abrir la puerta a formas de pensar y estilos de vida que están afectando los valores fundamentales del ser humano.
En ConParticipación queremos reflexionar sobre todo esto y te des cuenta de cómo a través de los medios de comunicación (películas, series, anuncios, música), las redes sociales, las leyes y los programas de gobierno, se nos quiere “educar” sobre cómo debe ser nuestra sexualidad, pero con base en ciertas ideologías que se alejan de la esencia del ser humano, de su dignidad y hasta de su biología.
El tema preocupa pues se está sembrando todo esto no solo en los adultos, sino que ya se introducen estos temas a los menores de edad. Ya existen múltiples iniciativas para que los niños, niñas y adolescentes, reciban una Educación Sexual Integral (ESI) en distintos ámbitos. El Fondo de Población de las Naciones Unidas expone: “La educación sexual integral es condición previa para ejercer plena autonomía corporal, lo que exige no solo el derecho de tomar decisiones sobre el propio cuerpo, sino también la información para tomar estas decisiones de manera sensata” [1]. Nos preguntamos: ¿un menor de edad tiene la madurez para “ejercer plena autonomía corporal”? Conforme va creciendo y madurando va adquiriéndola, pero requiere un acompañamiento y guía del que son primeros responsables los padres.
En julio de 2022 Olga Sánchez Cordero, expresidenta de la mesa directiva del Senado de la República, informó que en el Senado se prepara una reforma para que niños, niñas y adolescentes reciban Educación Sexual Integral y reproductiva a partir de los 12 años. Expresó que los niños deben recibir educación sexual integral como un derecho que se deriva del derecho a la salud mental y física. Expuso que hoy en día los niños ejercen su sexualidad, pero sin educación y sin prevención, “sin prevenir embarazos” [2].
Sobre lo anterior es necesario decir que lo que el gobierno considera como educación sexual integral es en realidad información que genera confusión, ya que en ella se mezclan ideologías contrarias a la ciencia. Además, en este tipo de educación la “información” que se da a los niños y jóvenes se les imparte de tal forma que se promueve la actividad sexual temprana y precoz. La funcionaria no se muestra abierta a la pregunta: ¿los menores cuentan con la madurez necesaria para tener relaciones sexuales, o para enfrentar sus posibles consecuencias? [3]. La educación sexual debe impartirse basada en la totalidad de la persona, no solo en su genitalidad. Además, recordemos que los padres de familia tienen el derecho preferente de guiar y orientar a sus hijos en su educación. Ellos son los primeros educadores de sus hijos.
Como parte de esta “educación”, se imponen también en el currículo educativo contenidos contrarios a la biología humana, como son las ideas de la ideología de género. Ya te hemos hablado en muchas ocasiones sobre esto pero vale la pena recordar los conceptos. La ideología de género es un conjunto de postulados que [4]:
- Rompen los patrones de la sexualidad humana. Por ejemplo, cuando niega que en la especie humana o somos hombres o somos mujeres. Según la ideología de género no existirían dos sexos sino muchos más.
- Hace caóticas y desconecta las tres dimensiones de la sexualidad humana: la biológica, la psicológica y la social. Por ejemplo, cuando dice que ser hombre y sentirse mujer sería una forma equivalente.
- Se impone por confusión, chantaje o amenaza. Por ejemplo, cuando llama “discurso de odio” a decir que el matrimonio solo puede ser la unión de hombre y mujer.
La ideología de género no tiene que ver con ayudar a personas homosexuales y lesbianas, tiene que ver con modificar la forma de ver la sexualidad de todos los demás.
Premisas que hay detrás de esta forma de pensar [5]:
1. En esta ideología lo que sientes es lo que es.
2. Propone que no aceptes nada, ni la biología, porque así aceptarías que se nace hombre o mujer y ya no funcionaría el esquema.
3. Propone que eres un caos. Rompe la relación entre la forma, la función y la finalidad de las cosas. Veamos un ejemplo: si tuviéramos frente a nosotros un modelo a escala de un ojo y expresamos que el ojo sirve para ver, estamos diciendo la verdad. Entonces, si decimos que el ojo sirve para ver, ¿estamos discriminando a los ciegos? Si decimos que el cuerpo del hombre está preparado solamente para unirse a una mujer estamos diciendo la verdad.
4. Otra característica es el sexocentrismo. Se ve todo en clave de sexo.
5. Erocentrismo. En esta ideología toda sensación placentera es erótica incluso en los bebés y los niños.
Hay otra forma de ver la sexualidad humana, que nosotros proponemos llamarla base biológica. En ella encontramos que la dimensión sexual de la persona tiene tres aspectos conectados entre sí, como si fuera una pirámide de tres caras. Cuando tú tienes una pirámide no puedes quitar una cara, y cada una es distinta, lo que no significa que están desconectadas o que están separadas. Estas tres dimensiones son la base biológica, tenemos una forma corporal preparada para pertenecer o formar parte de un sexo y relacionarnos con el sexo opuesto, una dimensión psicológica donde nos damos cuenta de qué sexo formamos parte, y la convención social para identificarnos como hombres o como mujeres. Por ejemplo, en México a los bebés se les acostumbra poner accesorios de color azul y a las niñas de color rosa.
Para finalizar, tengamos presentes tres afirmaciones que forman parte de esta base biológica:
1. En la especie humana, o somos hombres o somos mujeres.
2. En la especie humana el cuerpo del hombre está preparado para unirse a una mujer, y el cuerpo de la mujer está preparado para unirse al del hombre. Lo que sintamos no lo va a cambiar.
3. Donde hay hombre y mujer, puede haber vida.
Estas tres frases no dependen de una religión y ninguna ley las puede cambiar. Son la realidad de la especie humana.
En México nos enfrentamos a una ideología que quiere cambiar la forma de ver la sexualidad, y como consecuencia la forma de relacionarnos. Quiere cambiarte a ti, a tus hijos, a tu familia. Genera confusión en niños y adolescentes. Quiere que veas la sexualidad, el amor, el matrimonio, la familia, el hogar, la procreación, como conceptos totalmente desconectados, irracionales e ilógicos entre sí. Estemos atentos, no nos dejemos llevar por estas corrientes de pensamiento. Protejamos la relación comprometida y la donación de un hombre y una mujer que los lleva a trascender en los hijos.
ConParticipación
Fuentes:
[3] https://conparticipacion.mx/la-educacion-sexual-integral-esi-podria-confundir-a-menores/