Es posible que Idaho pronto se convierta en el último estado en adoptar el modelo de Texas para prohibir el aborto. El lunes 14 de marzo, la legislatura estatal dio su aprobación final al Fetal Heartbeat, Preborn Child Protection Act (Ley de protección del niño no nacido y latido del corazón fetal), una ley de aplicación similar a la del estado de Texas [1].
Dicha ley daría facultades al padre, abuelos, hermanos, tías o tíos de un bebé abortado, para demandar al centro abortista por eliminar al hijo en gestación. La demanda sería por daños de al menos 20 000 dólares siempre que el bebé tuviera un latido cardíaco detectable, lo que generalmente ocurre alrededor de las seis semanas de gestación [2].
El proyecto de ley de Idaho es más limitado que el de Texas en el sentido de que solo faculta a los familiares de un bebé abortado para demandar, mientras que la ley de Texas faculta a todos los ciudadanos a hacerlo. Si el gobernador republicano Brad Little lo convierte en ley, el destino final de la nueva ley de Idaho estará en manos de los tribunales y de la resolución final del caso de Texas. Hasta ahora, la Corte Suprema ha permitido que la ley de Texas permanezca en vigor, lo cual ha llevado a que se eviten aproximadamente 15 000 abortos, pero los argumentos sobre las ventajas siguen avanzando hacia los tribunales inferiores.
Es esperanzador que en cada vez más estados de la nación norteamericana se aprueben leyes que protegen la vida de los hijos en gestación. La experiencia de Estados Unidos en la estrategia jurídica que se ha implementado para la defensa de la vida humana, puede ser un ejemplo a considerar y tropicalizar en México por la sociedad, organizaciones y legisladores a favor del derecho a la vida.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
