El 10 de mayo se celebra el Día de las Madres, y todos los que formamos parte de ConParticipación les mandamos de antemano una felicitación muy especial. Todas las madres son extraordinarias por el solo hecho de serlo, por aceptar el regalo de la vida, y por ser mujeres valientes que se esfuerzan por dar lo mejor a sus hijos. A continuación encontrarás nuestra felicitación:
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También te comparto el testimonio de dos mamás que nos cuentan lo maravilloso que ha sido para ellas ser madres: el primero es el de Verónica, quien es mamá de diez hijos; y el segundo es el de Alicia, quien tiene una hija que venció varios obstáculos para nacer y lo logró.
Enseguida te presento la entrevista realizada a Verónica.
- ¿Cómo te sientes de ser mamá de 10 hijos?
Ser mamá de 10 hijos me hace sentir privilegiada, me llena de alegría, es un gran regalo que no merezco y por el que Dios me ha bendecido. Tengo la hermosa labor de devolver este regalo trasmitiéndoles a mis hijos el significado del amor, haciéndolos sentir a ellos mismos muy amados y cumpliendo la responsabilidad de aportar personas buenas a este mundo.
- ¿Qué te motivó a tener 10 hijos?
Desde que mi esposo y yo éramos novios teníamos claro que queríamos tener una familia abierta a la vida, y por supuesto que no nos imaginábamos que iban a ser 10. Conforme iban llegando los hijos, también sentíamos la mano de Dios que nos apoyaba en todo para poderlos sacar adelante y veíamos lo valioso que era para ellos el tener muchos hermanos.
- ¿Cómo logras organizarte y organizarlos?
Pues este ha sido un proceso muy bonito. En un principio uno suele ser muy perfeccionista dando importancia a cosas que después comprendes que no lo son.
Conforme la carga de trabajo aumenta vas dando prioridad a lo más importante y las circunstancias te orillan a organizarte, anticiparte, delegar tareas a los hijos con las cuales ellos van aprendiendo y adquiriendo habilidades. Tú misma te sorprendes de las capacidades que tienes y no sabías. Todas las mujeres las tenemos y somos capaces de esto y más. - ¿Qué le dirías a una mamá agobiada para motivarla?
Yo le diría que no se preocupe, que cualquier situación que le agobia va a pasar, que no nos morimos del cansancio aunque así nos sintamos. Los hijos crecen muy rápido y al corto tiempo nos comenzamos a sentir apoyadas por ellos. Nunca nos sentimos arrepentidas de haber traído a un hijo a este mundo, pero sí en algunos casos sucede que muchas sienten las ganas de haber tenido más hijos, por lo menos eso me han comentado muchas mamás cuando sus hijos han crecido. - ¿De dónde sacas la fortaleza para educarlos?
Para los que creemos en Dios no tenemos duda de que la fortaleza viene de Él y después sabemos que la fuerza viene del amor que les tenemos a los hijos porque los padres daríamos la vida por ellos.
A continuación te transcribo la entrevista que hicimos a Alicia:
- ¿Cómo te sientes de ser mamá de una hija especial?
Me siento privilegiada. No puedo negar que en un principio sentí que el mundo se me venía encima y no entendía por qué me había tocado a mí. Sin embargo, mi fe en Dios me ayudó a entenderlo y saber que era una escogida de Él para guiar y proteger a una de sus hijas predilectas. Cuando estaba embarazada, en medio de mi dolor, abrí la Biblia y Dios me regaló una lectura que ha sido mi estandarte desde ese momento ya que cuando la leí sentí que me decía que mi hija nacería así para que la Gloria de Dios se manifestara en ella [1]. - ¿Cuándo supiste que tu hija tenía una situación especial?
Lo supe desde que estaba embarazada. En la semana 13 del embarazo, el doctor detectó que el bebé (aún no sabíamos que era niña) tenía un higroma en su columna vertebral, es decir, un líquido que podía acabar con su vida. Sin embargo, mi bebé sobrevivió porque es una guerrera y al hacerle estudios resultó que venía con un síndrome genético. Cuando ella nació, pasó a cuidados intensivos para hacerle estudios a todos los órganos que podían ser afectados por su síndrome y poderla atender a tiempo. - ¿Alguna vez te sugirieron que la abortaras por lo de su síndrome genético?
Mi ginecólogo jamás me lo sugirió, por el contrario, me aclaró que si se le hacían estudios genéticos al bebé en el embarazo era solo para darle una mejor atención si traía un problema de salud pero no para abortar. Sin embargo, tiempo después, en dos congresos relacionados con el síndrome que tiene mi hija a los que he asistido, dos personas que supieron mi caso incluyendo un médico, me llegaron a preguntar sorprendidos el motivo por el cual no había abortado a mi bebé si sabía que traía un problema genético desde que estaba embarazada, y yo igual de sorprendida por la pregunta les contesté simplemente que no la aborté porque es mi hija. - ¿Qué le dirías a una mamá embarazada que sabe que espera a un hijo especial (con alguna discapacidad, enfermedad o síndrome)?
Le diría que es una privilegiada, que es normal que sienta dolor porque una como madre jamás quiere que sufran sus hijos, pero Dios no se equivoca y ha depositado su confianza en ella para guiar a ese hijo que espera porque sabe que lo puede hacer. También le diría que tener un hijo especial la hará desarrollar capacidades que jamás imaginó que tendría y la hará conocer una fortaleza que ni siquiera sospecharía que tiene, lo cual nunca sucedería si no tuviera a ese hijo. - ¿Algo más que desees agregar?
Mi hija ahora tiene casi 20 años y aunque el camino no ha sido fácil se encuentra muy bien, su síndrome no compromete su capacidad intelectual. Hace poco ella me preguntó si yo había considerado abortarla cuando supe que tenía una situación genética diferente, y yo le contesté que nunca me pasó por la mente hacerlo porque desde que supe que estaba embarazada yo ya la amaba con toda mi alma.
Ojalá que los testimonios de estas dos madres que han dicho sí a la vida de una manera tan especial nos motiven a seguir defendiendo el derecho a la vida en todas sus etapas. ¡Felicidades a todas las mamás!
ConParticipación
Fuentes:
[1] http://es.catholic.net/op/articulos/64753/cat/565/quien-peco-este-o-sus-padres-para-que-naciera-ciego.html#modal
