En el artículo de la semana pasada expusimos que la familia constituye el cimiento de la sociedad y que es un valor muy importante para los mexicanos según la Encuesta Mundial de Valores [1]. Sin embargo, la familia ha sufrido cambios con el paso de los años. Veíamos que entre 1985 y 2018 la población aumentó en un 64% pero los matrimonios disminuyeron en un 12%. Nuevamente te comparto la infografía que muestra estos datos:
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En esta ocasión vamos a analizar las estadísticas sobre el estado civil de los jóvenes, el número de divorcios y la proporción de divorcios vs. matrimonios de 1985 a 2018. El comportamiento de los jóvenes ante el matrimonio ha cambiado: vemos que los matrimonios en los jóvenes entre 15 y 29 años han disminuido en forma notoria. Asimismo, se ha incrementado el número de uniones libres en relación con los matrimonios en este mismo rango de edad y, en general, la proporción de divorcios contra matrimonios ha crecido en forma importante.
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La tendencia de la disminución en los matrimonios y el aumento en la unión libre en los jóvenes también se vio reflejada en la población adolescente, según el mismo INEGI: “Entre 1990 y 2015 el porcentaje de adolescentes en unión libre aumentó de 2.5% a 5%, mientras que el de casados disminuyó de 4 a 1.6%” [2].
La falta de compromiso, la influencia de las ideologías sobre el matrimonio y las que ridiculizan la familia, el pensamiento individualista que sostiene que la persona puede hacer lo que quiera “mientras no le haga daño a nadie”, entre otros factores, limitan el sentido de solidaridad y unidad que debería existir en una sociedad. Esto ha afectado también a la primera comunidad humana que es la familia. La familia es la primera comunidad de una persona, su entorno inmediato, en la que debería encontrar aceptación, estabilidad y amor. Pero si ese cimiento nace de la unión de dos personas que no tienen un compromiso estable y a largo plazo, se puede romper fácilmente. Es necesario tomar conciencia de estos cambios que se han dado en las últimas cuatro décadas en nuestra sociedad y fortalecer a las familias empezando por la propia.
La estabilidad en los núcleos familiares influye sobre otros temas, como el aborto, las drogas, los índices de suicidio, etc. Estemos atentos a los eventos que ponen en riesgo el matrimonio y la familia.
ConParticipación
Fuente:
[1] http://www.worldvaluessurvey.org/WVSDocumentationWV7.jsp