Escocia ha dado a conocer ciertas pautas para tratar con los estudiantes «transgénero» en las escuelas mediante un documento titulado “Apoyando a los alumnos transgénero en las escuelas», publicado el 12 de agosto del presente año. El texto aconseja a los maestros que acepten sin cuestionar los géneros “autoasignados” de los niños desde la edad de cuatro años. Además, brinda consejos al personal de las escuelas para apoyar a niños que «cuestionan su orientación sexual y/o identidad de género» [1].
El documento fue diseñado por Shirley-Anne Somerville, Secretaria del gabinete de Educación y Competencias, y desarrollado “con base en las experiencias de jóvenes transgénero”. Aunque en la introducción se reconoce que algunos hombres pueden decir que son “transgénero” para abusar de mujeres, el gobierno insiste en que cuando esto sucede no es culpa de las personas “trans” sino de hombres que son “abusivos”. Lamentablemente este argumento no previene que sucedan dichos abusos y pone a las estudiantes en riesgo de ser víctimas de ellos.
Es preocupante la forma en que se maneja la confusión sexual en niños pequeños en las escuelas de Escocia, pues no permite realizar una orientación adecuada sobre su identidad sexual y que respete su etapa de desarrollo. Este tipo de prácticas o pautas impuestas a las escuelas puede someter a los niños a ciertos riesgos, además de que deja de lado la autoridad y responsabilidad de los padres sobre sus hijos y presiona a las escuelas.
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