Espero te encuentres muy bien. Hoy en día, escuchamos hablar de muchos temas y formas de pensar. La postura general es que si algo no te afecta no tendrías porqué opinar en contra. Así pasa por lo general con los temas que son polémicos: aborto, eutanasia, maternidad subrogada (renta de vientres), legalización de la marihuana, o las uniones de personas del mismo sexo. Sobre estas últimas quiero hacer una breve reflexión en este boletín.

El 21 de septiembre de 2019 se llevó a cabo en Yucatán la clausura de la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz 2019, en la cual el cantante Ricky Martin recibió un premio. El intérprete aprovechó para hablar sobre las uniones homosexuales (él mismo es homosexual) [1]. Luego en una entrevista con una famosa conductora el cantante retomó el tema; defendió las uniones de personas del mismo sexo y dijo que en Yucatán y en México tendríamos que equiparar las uniones homosexuales con el matrimonio [2]. Esto lo señaló en relación con el hecho de que en Yucatán ya son dos las ocasiones en las que se rechaza que las uniones de personas del mismo sexo sean llamadas matrimonio.

Las declaraciones de este cantante nos dan pie para la reflexión que quiero hacer. Si una persona o un grupo tienen una cierta manera de pensar o de vivir, ¿todos tenemos que adoptarla? Si esa manera de pensar y de vivir fuera impuesta a través de las leyes, ¿sería justo? Más aún, si una exigencia de dicho grupo logra hacer que se cambie no solo la ley, sino también la forma en que educamos a nuestros hijos y la manera en que ellos ven la sexualidad, el matrimonio y la familia, ¿no sería eso una imposición? Además, ¿por qué alguien que ni siquiera es mexicano, se mete en los asuntos de un país y le “exige” algo aprovechando su audiencia?

Cuando el tema de las uniones de personas del mismo sexo surge en alguna conversación, muchos dicen: “Si se quieren casar, ¿a ti qué te importa?”. Es necesario primero dejar en claro algunos puntos: es verdad que hay que respetar a las personas sean cuales sean las preferencias o inclinación sexual que vivan, distinta a su biología. Es verdad que no se les debe discriminar en ningún ámbito, ya sea jurídico, político, laboral, social, etc. Pero eso es muy distinto a tratar de imponernos a todos los demás su forma de pensar. A continuación te comparto un video donde hago una reflexión sobre todo esto:


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En la especie humana la sexualidad solo es apta para unir hombre y mujer. Si esta unión va a ser reconocida civilmente es llamada matrimonio. En nuestra especie solo puede haber matrimonio hombre-mujer. Esto no depende de la cultura, ni de la religión. Ninguna ley lo puede cambiar.

Por eso el matrimonio que une hombre y mujer siempre ha existido, lo único que ha hecho la ley es darle un reconocimiento jurídico porque es la institución de la que surge la sociedad, pues es la única de la que pueden nacer los ciudadanos.

Me explico. Lo que hagan dos personas en su vida privada, eso no le afecta a nadie. Si yo tengo hijos y les digo que el matrimonio es la unión entre hombre y mujer, pero ve a una pareja homosexual diciendo que son esposos a mí ya me afectó. ¿Por qué tendría que decirle a mi hijo que esa unión es igual que un matrimonio si no lo es? ¿Por qué tendría que estar obligado a educarlo de esa manera, con esa forma de pensar, si contradice la biología de la sexualidad? Entonces como ves, ya no es nada más lo que hagan dos personas del mismo sexo en su vida privada. El asunto pasa de lo privado a lo público cuando se pretende institucionalizar a través de las leyes.

Todas las personas merecen respeto sin importar sus diferentes características. Lo que está a discusión es analizar si es razonable o justo querer cambiar la definición y esencia de una institución que es pública, como el matrimonio, por la forma de pensar y de vivir de unos cuantos.

Si la vida privada de dos hombres es llamada matrimonio, entonces se tendría que llamar matrimonio también a otros tipos de vidas privadas, como la unión de tres hombres, o la unión de tres hombres con cinco mujeres, y la lista puede seguir.

Respecto a estas reflexiones, te comparto la siguiente cita de “El libro negro de la nueva izquierda”, escrito por Nicolás Márquez y Agustín Laje, en la cual nos explican que no existe un argumento sólido para equiparar las uniones homosexuales con el matrimonio. El sustento principal para nombrar como matrimonio a este tipo de uniones solo se basa en el argumento de la discriminación, sin analizar los fundamentos de lo que es la institución jurídica del matrimonio como ya lo hemos visto. A continuación compartimos esta explicación:

Ninguno de los argumentos propagados por la ideología de género va al corazón del debate, sino que todo se funda en la presunta discriminación existente ante la ausencia de ciertos beneficios que podrían discutirse en otro plano y sin tener la necesidad de inventar entelequias parentales que afectan la institución del matrimonio verdadero, el cual se ve agresivamente degradado tras ser equiparado en el mismo sitial de los amontonamientos antinaturales: no puede haber discriminación injusta cuando el elemento fundante y la condición de posibilidad para que exista un matrimonio no se cumple” [3].

La institución jurídica del matrimonio, con todos sus elementos esenciales y de validez debe respetarse. A continuación te comparto una infografía en la que resumo más claramente lo que acabamos de ver:

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Cuando cambias la definición de lo público en atención a tus intereses, estás afectando a todos. Cuando solo pides respeto a tu situación personal, es diferente. Todos debemos respetar a cualquier persona independientemente de su condición, situación cultural o laboral, preferencia sexual o de cualquier otra índole. Pero pedirle a los legisladores que la situación personal de algunas personas encuadre en una institución jurídica creada para otros fines no es razonable. Defendamos el respeto a nuestras instituciones. Defendamos el matrimonio y nuestro derecho a que no se nos imponga una forma de vivir y de pensar de una minoría.

ConParticipación

 

Fuentes:
[1] https://www.forbes.com.mx/ricky-martin-recibe-premio-por-la-paz-y-se-pronuncia-por-derechos-lgbt-en-yucatan/
[2] https://laverdadnoticias.com/espectaculos/Ricky-Martin-pidio-a-catolicos-que-apoyen-el-matrimonio-LGBT-20190923-0104.html4
[3] Márquez, Nicolás y Laje, Agustín (2019). El libro negro de la nueva izquierda. México: Grupo Unión. p. 202.