El pasado 16 de mayo durante la apertura de la 5.a Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil en Durban, Sudáfrica, el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, expuso que el trabajo infantil no es aceptable en ninguna circunstancia: “No debemos hacerlo. Lo esencial es abordar las causas profundas, como la pobreza de los hogares” [1].

De acuerdo con datos de la OIT, en todo el mundo trabajan aproximadamente 160 millones de niños; en los últimos cuatro años 8.4 millones de niños se sumaron a estas cifras y se espera que aún se sumen más como consecuencia de la crisis que vivimos por la pandemia. Asimismo la ONU indica que este número va en aumento ya que con la crisis sanitaria se acentuaron las carencias y la desigualdad, particularmente en las familias pobres. Indican que el mayor aumento se dio entre niños de cinco a once años [2].

Gobierno y sociedad deben trabajar en conjunto para erradicar el trabajo infantil, pues todo niño tiene dignidad, el derecho a ser protegido en su integridad física y mental, y a tener responsabilidades de acuerdo a su edad. A la par de abordar las causas de la pobreza en las familias, es necesario generar trabajos dignos para los adultos, y con ello traer bienestar y desarrollo a las familias. Es importante además crear programas dirigidos hacia la infancia que integren una educación de calidad, servicios de salud, entre otros apoyos.

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://aristeguinoticias.com/1705/mundo/1-de-cada-10-ninos-en-el-mundo-trabaja-el-trabajo-infantil-es-una-consecuencia-inevitable-de-la-pobreza/

[2] Ibíd.