El 30 de noviembre de 2021 la ONU presentó el informe “Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional de 2021” en el que indica que en Latinoamérica 59.7 millones de personas están malnutridas. De forma más específica el informe señala que hubo un incremento del hambre en un 30% de 2019 a 2020 en América Latina, lo cual se traduce en que hubo 13.8 millones de personas más que sufrieron hambre de un año a otro. Si bien la pandemia pudo haber sido una de las causas, existen otros factores que pudieran haber influido ya que estas cifras van en aumento en los últimos seis años. La migración forzada, los desastres naturales y el cambio climático se suman a este incremento, siendo las mujeres las que son mayormente impactadas [1].

Isabel de la Peña, oficial de Programas del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) en la División de América Latina y el Caribe indica que “El panorama actual nos sitúa más lejos que antes. Pero no diría que es una misión imposible. Se requiere de mucha voluntad política. Mucha. Y por ahora estamos fallando en ofrecer un menú nutritivo para todos los ciudadanos” [2].

Ante el alarmante incremento del hambre y la inseguridad alimentaria es necesario que haya políticas que atiendan a la familia en este tema. El hecho de que esta necesidad fundamental de los seres humanos se vea cada vez menos atendida, nos hace pensar que es insuficiente abordarla desde los actuales esquemas, y que es necesario replantear valores trascendentes, como la solidaridad entre las personas y las naciones.

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://elpais.com/planeta-futuro/2021-11-30/2020-el-ano-que-mas-hambre-paso-latinoamerica-en-la-ultima-veintena.html

[2] Ibíd.