En la ciudad de Pforzheim, Alemania un grupo de personas se reúne dos veces al año para realizar vigilias de oración cerca de un centro abortivo. Su objetivo es orar en silencio por las mujeres que asisten a estos centros con la decisión de abortar además de orar por la vida de sus hijos en gestación. Pese a tener todos los permisos necesarios el municipio les ha impedido orar cerca de las instalaciones durante los últimos 2 años por lo que han llevado su caso a los tribunales. Con esta acción el grupo exige que se le respeten sus derechos a la libertad de religión, reunión y expresión [1]. 

Con este hecho se ve que el lobby abortista y los grupos a favor del aborto han logrado ejercer tal presión e influencia en países como Alemania, que han logrado que las autoridades los favorezcan. Que un grupo de personas rece en silencio en la vía pública, sin obstruir ni abordar a las mujeres que acuden a los centros para abortar, no es ningún delito. Los grupos provida están en su derecho de exigir que se respete su libertad religiosa, de expresión y de asociación.

ConParticipación

Fuente:

[1] https://adfinternational.org/news/thou-shalt-not-pray-german-town-brought-to-court-over-prayer-prohibition/