El pasado 27 de junio, durante una entrevista, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, el Dr. Hugo López-Gatell, expresó que el problema de desabasto de medicamentos oncológicos no era grave ya que quienes protestan es un grupo reducido de personas. Israel Rivas, vocero del Movimiento Nacional por la Salud encabezado por padres de niños con cáncer, calificó de “perversidad” el negar que exista una problemática, y comentó que aunque no exista una gran cantidad de personas protestando, eso no refleja la gravedad del problema.
Ante los comentarios de López-Gatell sobre un supuesto golpe de estado, Rivas comentó que ese no es su objetivo sino solo asegurar el abasto de medicamentos ya que a su hija, por ejemplo, le han hecho falta quimioterapias. Dijo que no es justo que sus hijos paguen “los platos rotos del pleito entre el gobierno y las farmacéuticas” [1].
Es lamentable que el gobierno no dé prioridad al derecho a la salud de los mexicanos bajo el argumento de que es una minoría quienes padecen de cáncer. Es grave que se dejen de atender los asuntos prioritarios, como es la atención que requieren los hijos enfermos. Causa extrañeza y cierta indignación que la lectura que le da un representante del gobierno al reclamo de los padres de niños con cáncer tenga que ver con la imagen del gobierno y sus intereses particulares.
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