El pasado 13 de octubre la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) iba a votar un proyecto de sentencia elaborado por la ministra Norma Lucía Piña para resolver un amparo por el que se pretendía autorizar a un menor de edad realizar un cambio de sexo legal en su acta de nacimiento por la vía administrativa, sin que tuviera que pasar por un proceso judicial. Sin embargo, la ministra Piña instruyó que se dejara en lista el asunto, es decir, se postergó la votación.

Marcial Padilla, director de ConParticipación, dio una plática a través de las redes sociales de nuestra organización para hablar acerca de este proyecto. En esta charla Marcial describió el contexto del tema, qué pasó, algunas conclusiones y qué acciones se podrían realizar.

¿Qué dice la corte y los medios de comunicación sobre esto? Dicen que hay una “violación de los derechos humanos de los niños transgénero” por así decirlo. Marcial expuso que, según ellos, “llaman niños transgénero a menores de 18 años que se identifican de un género distinto al del sexo que les fue asignado al nacer por sus papás, los médicos y sus padres”, y que en esta situación pueden caer incluso niños de hasta de 2 o 3 años. Agregó que según lo que dice la SCJN y la teoría de género, el género y el sexo no son lo mismo, es decir, plantean que puedes tener un sexo de varón o mujer, y puedes tener un género distinto. La SCJN indica que hay niños que se identifican con un género distinto del sexo que les fue “asignado al nacer” y por lo tanto, habría -según ellos- una violación a los derechos humanos ya que los demás, y sobre todo sus papás, les imponen que el género que debe estar en sus papeles sea el mismo que registra su cuerpo.

La SCJN analizará un amparo sobre este niño de 11 años que quiere cambiar su acta de nacimiento para que en vez de que diga “hombre”, diga “mujer”. El juez que llevó el caso en primera instancia le indicó que no era posible pero los representantes legales del menor no estuvieron de acuerdo y optaron por escalar el tema a la SCJN.

No podemos concordar con el proyecto de la SCJN de la ministra Norma Piña. Es importante partir de que, en el esquema que funcionamos todos nosotros, una cosa es lo que eres y otra lo que te sientes. Expliquémoslo. Tú eres hombre o mujer, y si te sientes distinto de hombre o mujer significa que estás sintiendo algo distinto de lo que eres. Marcial expone que esto suena obvio, pero que para la SCJN lo que sientes es lo que eres, de tal forma que todo el mundo, los papeles, el gobierno y los papás, deberían estar obligados a asumir que no somos hombre o mujer, sino que nos sentimos hombre o mujer. Ese es el primer cambio del esquema.

Por otro lado, Marcial explicó que el acta de nacimiento de las personas con las que convivimos no dice lo que sienten, dice lo que son, y eso es el sexo biológico. Son datos objetivos. Esto sirve no solamente para todo lo legal, sino también para temas médicos. Por citar un ejemplo, un doctor no hace exámenes de próstata a mujeres porque físicamente la próstata solo la tienen los varones. Tampoco se le hace una histerectomía (extirpación del útero) a un hombre porque los hombres no tienen útero. En el mundo ordinario las personas nos relacionamos a partir de las cosas como son: si lo que percibimos concuerda con la realidad entonces tenemos una adecuación, y si lo que percibimos es distinto a la realidad entonces tenemos un problema de percepción.

Marcial comentó que en la práctica lo que la SCJN está diciendo, es “que los papeles y las personas tenemos que cerrar los ojos a la realidad, que tenemos que empezar a pensar, hablar y actuar con los ojos cerrados, únicamente de acuerdo con las percepciones, los sentimientos y las sensaciones. Según la corte si los hechos son distintos de lo que sentimos entonces el problema es de los hechos y de la realidad”, dijo.

Por ejemplo: si un varón dijera que es mujer y tiene cuerpo de hombre, para la SCJN estaríamos obligados a pensar y hablar de una “mujer” que está atrapada en un cuerpo de hombre, y es el cuerpo el que está equivocado. “Esta es la base del contexto de lo que llega a decir la SCJN: ‘me llegó el caso de un niño que le fue asignado al nacer el ser varón, pero se identifica como mujer, por tanto son los papeles los que están mal’. Los papeles tienen que decir cómo se siente él, que es su género según esta forma de pensar, no lo que es, que sería el sexo biológico” indicó Marcial.

El pasado 13 de octubre la ministra Norma Lucía Piña le iba a presentar a los otros cuatro ministros de la Primera Sala de la SCJN un proyecto para resolver este asunto. Cuando un niño quiere cambiar su sexo en su acta de nacimiento, ¿se tiene que hacer a través de un juicio para ver si tiene la razón? ¿O solo tiene que llenar un formato y avisarle al gobierno para que de forma automática le cambien el sexo? ¿No tiene que pedir permiso? ¿Lo puede hacer un menor de edad o tiene que esperarse a los 18 años? ¿Lo puede hacer sin un diagnóstico?

Marcial fue contestando estas incógnitas durante su charla. ¿El cambio de sexo legal se tendría que hacer a través de un juicio o solo le avisas al gobierno que te cambie tu acta de nacimiento? Lo segundo implicaría que los papeles no describen las cosas como son, sino que describirían cómo te sientes. Esto significa que no solo dejemos de vivir según las realidades, sino que hemos de imponer a los demás, a nuestras familias, al gobierno, a los trabajos, bancos, etc., que no somos hombre o mujer, sino que tienen que tratarnos según como nos sentimos.

Marcial expone que esto no solamente es incorrecto y peligroso, sino también es injusto y nos afecta a todos. El acta de nacimiento no debería de describir qué sentimos. Los documentos legales representan lo que somos, no lo que sentimos, y así deben de permanecer.

Un aspecto que resalta Marcial es que son muy pocas las personas que tienen una situación personal emocional en relación con su sexo, y que el gobierno las puede apoyar con un programa gubernamental que atienda sus necesidades específicas. Entonces ¿el sexo legal se debe poder cambiar? No, las actas de nacimiento describen qué somos. En todo caso, sugiere Marcial, se pudiera agregar al acta otra línea que diga qué sientes.

¿Lo puede hacer un menor de edad? “La SCJN no registra lo obvio. Un menor de edad está en un proceso de identificar la realidad, no de cambiar la realidad a su imaginación, sentimientos o emociones”, expone Marcial. El cambio de sexo legal es una decisión que afecta a todos y para toda la vida. Incluso si se pudiera estar cambiando el acta de nacimiento esa inestabilidad afectaría la maduración emocional y psicológica del menor. Subraya Marcial que de hecho lo que había dicho el juez en la primera instancia es lo lógico, pues el menor no está en una situación para tomar esta decisión porque es trascendental. Llama la atención que la corte diga que los niños tienen la capacidad de tomar la decisión de cambiar de sexo en su acta de nacimiento y que no tienen que demostrar nada a nadie, ni a sus papás.

Es verdad que pueden generarse errores en el campo “sexo” (género según la corte) en el acta de nacimiento, es decir, pueden equivocarse en el sexo civil. ¿Cuál es el procedimiento para cambiar este error real? Para hacerlo es necesario ir con el juez para que revise que el papel concuerde con la realidad. Eso se llama vía judicial, en la cual el gobierno da permiso de cambiar el acta de nacimiento. Así sucede de ordinario. Lo que la corte está proponiendo es que los niños tengan un pseudo-derecho de cambiarse el sexo en los papeles y que no sea necesario demostrar nada, solo avisarle al gobierno, y que sus papás no puedan hacer nada al respecto. De esta forma les arrebatan a los papás la carga de decisiones, misma que les puede cambiar la vida a los niños y dañar gravemente. Además, al permitir esto, la corte estaría sentando un precedente para que todos los mexicanos puedan hacer también este trámite.

El problema más grave es el tercer elemento de lo que está proponiendo la ministra Norma Piña en la SCJN, comenta Marcial, es que además de permitir que los niños cambien su sexo, solo con aviso y sin pedir permiso, se haga sin diagnóstico de un psicólogo. Agrega: “Supongamos que tienes un niño que sí tiene una condición psicológica por la que él es incapaz de darse cuenta de que es niño. Esto puede pasar. Pero la SCJN está prohibiendo exigir un diagnóstico. Es decir: la Corte dice que lo puede hacer cualquier niño,  aunque no tenga ese problema, porque como no hay un diagnóstico entonces el sexo para los niños se convierte en un juego de ‘qué me quiero sentir hoy´. Pero no solo para quien tenga un problema sino para todos” indicó. Esto es lo grave.

Lo que está haciendo la SCJN al quitar el diagnóstico de un psicólogo o un psiquiatra es automáticamente convertir a todos los niños de México en niños trans, porque cualquier niño se puede cambiar el sexo, aunque sea menor de edad, lo podría hacer por vía administrativa y sin diagnóstico, es decir, nada más es un juego. A partir de que la SCJN definiera esto por jurisprudencia –con 5 amparos iguales–, todos los niños de México jugarían a escoger si son hombre o mujer y los papás no podríamos hacer nada al respecto.

Padilla resalta tres problemas en este proyecto de la ministra Piña:

  • Que diga que el sexo se escoge, que no se describe, y que nuestra acta de nacimiento no dice qué somos, sino dice lo que sentimos, incluyendo a los menores.
  • Que diga que se hace por vía administrativa, es decir, solo avisas al gobierno que vas a cambiar de sexo en tu acta de nacimiento, también los menores de edad.
  • Un gran problema que no se dice y que es importante que lo sepamos y lo entendamos para actuar, es que la SCJN está diciendo que se debe de hacer sin diagnóstico, lo que significa que, en vez de ayudar a unos niños con problema en la identificación de su sexo, está haciendo que todos los niños de México tengan que escoger su sexo como si fuera un juego. Esto es lo más grave del proyecto.

Esto, que también se está intentado en algunos congresos locales, es una corrupción de nuestro gobierno. “Están usando a los jueces quienes en lugar de hacer justicia hacen política e ingeniería social”, subraya Marcial.

Lo que está haciendo la SCJN es utilizar un problema emocional y psicológico de unos poquísimos niños para afectar a todos los niños de México, e imponer que los niños jueguen a escoger si son niños o son niñas quitando la autoridad a los padres de familia. No es sensato y algunos dirán que es perverso que se quiera imponer a menores, comenta Marcial, pues “no solo lo haces con los niños que sí tienen este problema, sino que lo trasladas a todos los niños del país porque quitas el diagnóstico del psicólogo, del psiquiatra, sobre la disforia de género”.

¿Qué hay que hacer? “Lamentablemente vemos que se está utilizando un instrumento de justicia para realizar ingeniería social. Esto no debe de suceder. Desde ConParticipación, junto con otras organizaciones, estamos analizando posibles acciones que frenen estas decisiones que se quieren tomar y que afectarían a todos los niños de México.  También estamos validando si existe algún mecanismo para que solo tengamos ministros de la SCJN con la capacidad y la competencia necesaria de dedicarse a hacer justicia y no afectarnos a todos, sobre todo a los niños” expuso Marcial.

Es importante revisar qué es lo que los ciudadanos tenemos que hacer. Es necesario actuar porque con los niños no se juega.

Para profundizar en este conocimiento puedes ver la charla completa de Marcial Padilla en la siguiente liga: https://www.facebook.com/ConParticipacion/videos/2089700677844317

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