El pasado lunes 21 de febrero de 2022 en la Sala Plena de la Corte Constitucional de Colombia, lamentablemente se despenalizó el aborto en todo el país hasta las 24 semanas de gestación, es decir, hasta aproximadamente los 6 meses de embarazo. La resolución se dio con cinco votos a favor y cuatro en contra, y presiona al Congreso y al Gobierno Nacional para que el cumplimiento de la sentencia sea inmediato, buscando que se implementen tan pronto como sea posible las medidas legislativas y administrativas necesarias [1].
Dentro de las implicaciones de la decisión tomada por los jueces de la corte está que el aborto sea despenalizado totalmente hasta casi los 6 meses de gestación. La iniciativa, que fue presentada por la organización abortista Causa Justa, pedía que se quitara completamente el delito de aborto del código penal, sin embargo, esta demanda afortunadamente no fue concedida en la resolución. Por tanto el aborto permanece considerado como un delito en el código penal del país, sin embargo, después de las 24 semanas de embarazo no se penaliza en tres causales: cuando el embarazo signifique un riesgo para la salud física o mental de la mujer, haya concebido a su hijo por un abuso sexual o exista una malformación en el bebé [2].
La decisión de la corte para determinar el número de semanas hasta donde se pueden realizar abortos libremente, estuvo basada en las opiniones de supuestos expertos que dicen que la viabilidad y subsistencia del bebé sin necesitar de su madre es posible a partir de los 6 meses [3]. Sin embargo, la corte parece desconocer que gracias a los avances de la ciencia médica y la tecnología actual al servicio de la medicina, hay casos en los que hijos en gestación han podido sobrevivir de 23, 22, e incluso hasta las 21 semanas de gestación [4]. Por otro lado, la ciencia nos dice que a las 9 semanas del embarazo ya se han definido todos los órganos del hijo en gestación, lo que sigue solo es desarrollo para que puedan alcanzar plenas funciones, y, sobre todo, es un ser humano distinto y digno de derecho a la vida desde la concepción [5].
Por su parte, el magistrado Jorge Ibáñez Najar, quien votó en contra de la sentencia, comentó que la despenalización del aborto “afecta de manera irrazonable y desproporcionada la obligación constitucional y convencional de protección de la vida del que está por nacer”. Mencionó además que la decisión de la Sala Plena de fijar el plazo de 24 semanas de gestación, “desconoce la trascendencia que tiene la vida embrionaria para garantizar únicamente la vida fetal a partir de la semana 24” [6]. El magistrado en esta declaración coincide con el criterio de la ciencia de que los primeras fases del embrión son fundamentales en el desarrollo de la vida humana.
El magistrado Ibáñez añadió un argumento que en repetidas ocasiones hemos expuesto y que plantea la embriología: a partir de la concepción, no existe un salto o un cambio esencial que determine un “límite” a partir del cual el hijo en gestación se convierte en un ser humano. Desde el momento de la concepción ya hay una nueva vida humana, con información genética diferente de la del padre y de la madre. Esa nueva vida humana inicia en la concepción y su desarrollo es continuo, no se detiene sino hasta la muerte (sea en la vejez o en una etapa anterior). El magistrado Ibáñez lo expresó como sigue:
“La Sentencia debatida y votada en la fecha no da cuenta alguna de razón que permita inferir por qué se protege la vida del que está por nacer a partir del día primero de la semana 24 pero no se protege la vida del que está por nacer hasta el día anterior. Así pues, esta determinación implica una regresión en materia de protección de los derechos del nasciturus, así como frente a la obligación de protección de la vida” [7].
Por su parte el presidente de Colombia, Iván Duque, condenó la decisión de la Corte Constitucional sobre la despenalización del aborto. Mencionó que este fallo equipara el aborto a una práctica anticonceptiva y que le preocupa que “se convierta en una práctica cotidiana”. El presidente colombiano afirmó que la vida comienza desde la concepción y que el aborto es una práctica “contraria a la vida”. El presidente consideró preocupante que una decisión de esta magnitud la hayan tomado cinco personas, refiriéndose al número de magistrados que votaron a favor de la iniciativa abortista [8] .
La dignidad de la persona y el derecho a la vida no dependen de si la persona es deseada, o de la forma en que fue concebida. Tampoco afecta su valor como persona si tiene algún reto por superar en su salud o si su madre decide que no es un buen momento para ejercer su maternidad. El aborto no es la solución a ninguna problemática social. De hecho, estorba a los esfuerzos para generar políticas públicas que verdaderamente apoyen a las mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad, así como a los esfuerzos para prevenir el embarazo adolescente, pues se plantea como “solución” para la mujer que se enfrenta a un embarazo inesperado, sin exponer los verdaderos riesgos a los que se somete al abortar.
El aborto nunca será la solución. Una sociedad que elimina a sus miembros más indefensos, ¿en qué se convierte? Promovamos soluciones en las que tanto la mujer como las familias se vean beneficiadas, por ejemplo, la adopción. Exijamos políticas de vida y salud para todas las mujeres embarazadas y sus hijos, de tal manera que ninguna mujer considere el aborto.
ConParticipación
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] https://www.nytimes.com/2021/12/01/us/politics/viability-abortion.html
[5] https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002398.htm
[7] Ibíd.
[8] https://www.elmundo.es/internacional/2022/02/22/62150560fdddff5b0c8b459f.html
