Recordarás que en la entrega pasada de la serie Vida, familia y sociedad, hablamos de la legalización de las drogas y la eutanasia. Hoy toca el turno al tema del derecho de los padres a educar a sus hijos y el de la libertad religiosa. Es importante ponerlos sobre la mesa pues hemos visto que en los últimos años se han vulnerado de distintas maneras estos derechos en nuestro país. Como ciudadanos debemos estar alerta y alzar la voz ante estas violaciones a nuestras libertades, de otra manera, al dejar pasar estos hechos, estamos permitiendo que otros decidan por nosotros qué formas toman estos derechos en la práctica y en la vida cotidiana.

Ha llamado nuestra atención que desde distintas iniciativas e instancias el gobierno intenta sustituir la autoridad de los padres. Por ejemplo, en 2018 el INE (Instituto Nacional Electoral) realizó en conjunto con UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) una consulta infantil y juvenil. En la encuesta introdujeron palabras o preguntas en las que se dejan ver las ideas de la ideología de género. Por ejemplo, en una de las preguntas dirigidas a niños de 10 a 13 años, se les pedía que marcaran si eran niño, niña u “otro”. Por otra parte, en la encuesta dirigida a niños de 14 a 17 años, se les pedía marcar si consideraban que eran hombre, mujer, o si “no se identifican con ninguno de los dos”. Las preguntas, al estar planteadas de esta forma y estar dirigidas a niños y jóvenes, son en la práctica una imposición de dicha ideología [1].

Por otro lado, en otros contextos observamos que se habla de los derechos de los niños y de los adolescentes como si los papás no tuvieran nada que ver con sus hijos, como si el gobierno tuviera que defender a los menores de sus papás. Por ejemplo, en el artículo 39 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA) se expresa que: “Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a no ser sujetos de discriminación alguna ni de limitación o restricción de sus derechos, en razón de su origen étnico, nacional o social, idioma o lengua, edad (…) o cualquier otra condición atribuible a ellos mismos o a su madre, padre, tutor o persona que los tenga bajo guarda y custodia, o a otros miembros de su familia. Asimismo, las autoridades están obligadas a llevar a cabo medidas especiales para prevenir, atender y erradicar la discriminación múltiple de la que son objeto niñas, niños y adolescentes (…)” [2]. Esta parte de la ley puede tener varias implicaciones, por ejemplo, si los papás quisieran aconsejar a sus hijos de no ir a ciertos lugares o vestirse de ciertas formas, se les podría juzgar de que están restringiendo de alguna manera los derechos de sus hijos.

Lo antes mencionado intenta socavar el derecho que tienen los padres de educar a sus hijos, el cual se establece en diversos tratados de México junto con la constitución. Por ejemplo, la Declaración Universal de Derechos Humanos señala que: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos” [3]. También la Convención de los Derechos del Niño protege el derecho de los padres sobre sus hijos: “Los Estados Partes respetarán los derechos y deberes de los padres y, en su caso, de los representantes legales, de guiar al niño en el ejercicio de su derecho de modo conforme a la evolución de sus facultades” [4]. No podemos permitir que el gobierno entre a nuestros hogares y quiera imponerse en la familia. Son los padres quienes tienen el derecho de educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones y valores. 

Siguiendo con el tema de las ideologías el gobierno también quiere imponerlas a través del diseño de los Libros de Texto Gratuitos para la Educación Básica que regula la Secretaría de Educación Pública (SEP). En el mes de febrero del presente año, Max Arriaga Navarro, director general de Materiales Educativos de la SEP, expuso sobre el diseño de estos libros que se construiría “un currículo inclusivo, intercultural, con igualdad de género” [5]. Más adelante, en el mes de mayo, organizaciones como la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y la Alianza de Maestros señalaron que se han comenzado a distribuir dichos libros sin revisiones a profundidad ni filtros por parte de organizaciones civiles y académicos, y que contenían una fuerte carga política.

Dichas organizaciones también mencionaron que en las versiones preliminares a las que han tenido acceso, se observa que los libros tienen deficiencias de diversos tipos, tales como faltas de ortografía y de sintaxis [6]. Los voceros de la UNPF, la fundación Seamos Héroes y Suma por la Educación, indicaron que se presentaron amparos en contra del rediseño de los libros. Paulina Amozurrutia, directora general del movimiento Educación con Rumbo, indicó que comunicarían todos los errores que tienen los libros de texto cuando se concluya con su distribución a nivel nacional [7]. Es lamentable que en lugar de invertir y sumar esfuerzos para que niños y adolescentes disminuyan el rezago educativo provocado por la pandemia, se inviertan recursos para promover ideologías y temas políticos en estos libros.

Por último, tocaremos el tema de la libertad de religión, que en muchas ocasiones se encuentra en peligro al oponerse a la agenda de la ideología de género. Por citar un ejemplo, en febrero de 2022 la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la “Ley de Respeto Global”, a través de la cual se podrá sancionar a líderes políticos, culturales o religiosos extranjeros que se opongan a la ideología de género, pues se considera que sus argumentos son “discurso de odio” [8]. Bajo esta ley se impondrían sanciones a los extranjeros que expresen reservas al tema de la homosexualidad o transexualidad, incluso si esto sucedió en el extranjero. Esta ley amenaza la libertad de expresión y religiosa en Estados Unidos y señala a quien no esté de acuerdo con la ideología de género en todo el mundo. En México, con la propuesta para una nueva Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (LFPED), podrías ser acusado de discurso de odio si expresas no estar de acuerdo con el uso de conceptos como homofobia, lesbofobia, bifobia, transfobia [9]. Con esto identificamos que se ponen cada vez más límites a la libertad de expresión, de pensamiento y de religión. Ahora no solo se pide respetar a las personas, sino que se impone a todos una ideología a través de amenazas.

En resumen podemos decir que en nombre de la libertad y el respeto a ciertos “derechos” se imponen formas de pensar e ideologías que con frecuencia son contrarias a los valores e incluso violan derechos fundamentales. Como sociedad civil debemos estar alertas ante estas amenazas y defender nuestros principios, creencias, libertades y derechos. Juntos podemos hacerlo.

ConParticipación 

Fuentes:

[1] https://conparticipacion.mx/el-gobierno-quiere-sustituir-a-los-padres/

[2] Ibíd.

[3] Art. 26, fracción 3, en: http://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/

[4] Art. 14, párrafo segundo, en: http://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf

[5] https://www.gob.mx/sep/es/articulos/boletin-sep-no-35-se-construye-un-curriculo-inclusivo-intercultural-y-con-igualdad-de-genero-sep?idiom=es

[6] https://www.publimetro.com.mx/nacional/2022/05/15/maestros-enfrentan-reto-con-faltas-de-ortografia-en-nuevos-libros-de-texto-de-la-sep/

[7] Ibíd.

[8] https://c-fam.org/friday_fax/democrats-seek-to-block-religious-leaders-from-entering-the-country/
https://conparticipacion.mx/ley-castigaria-a-quien-exprese-ideas-contrarias-a-la-ideologia-de-genero/

[9]  https://conparticipacion.mx/la-discriminacion-de-la-no-discriminacion/