El agua potable en la actualidad es un bien cada vez más escaso. Te comentamos ya en nuestro blog anterior que aproximadamente el 26% de la población mundial no cuenta con servicios de agua potable gestionados de forma segura. ¿Y cómo estamos en México? Vamos a hablar de esto en el presente artículo.
Hay dos temas importantes: el primero se refiere al acceso de la población al agua potable y el segundo a la sequía que predomina en gran parte de nuestro país.
En cuanto al acceso al agua potable, si bien hay un avance en cuanto a su disponibilidad, aún hay muchas personas en nuestro país que no tienen este servicio básico. Manuel Perló Cohen, investigador y exdirector del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), señaló que hace 50 años solamente la mitad de la población mexicana tenía acceso al agua potable, y entre 30 y 40 por ciento al saneamiento. Comentó que en 1990, las cifras ascendieron respectivamente a 78.4 y 61.5 por ciento. Añadió que de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2018, el 91.6 por ciento de la población tenía acceso al agua potable y 90.2 al saneamiento. “Es una buena mejora, pero en los últimos 15 años nos hemos estancado: deberíamos estar en 98 o 99 por ciento. Entre 2005 y 2018 avanzamos apenas de 89.2 por ciento a 91.6”, expuso [1].
Ahora bien, preocupa el nivel de desperdicio que se reporta de este recurso. Sandra Sosa, representante adjunta del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, señaló en una entrevista realizada en febrero del presente año que lamentablemente se estima que los prestadores del servicio de agua y saneamiento tienen alrededor de un 60 por ciento de pérdidas en las redes de distribución [2]. El dato coincide con información del periódico La Jornada, que en una nota de abril de este año señala que según datos oficiales y reportes de autoridades de varios estados, el desperdicio de agua es de entre el 20 y 60 por ciento en varias entidades [3].
Lo anterior es preocupante, sobre todo si consideramos que muchas personas tienen que trasladarse de sus domicilios a otros lugares para obtener agua o recolectarla de otras maneras. Graciela Marquez Colín, presidenta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), expuso que al menos 4.5 millones de mexicanos tienen que trasladar agua de una llave comunitaria, río, pozo, lago, arroyo, o bien, tienen que recolectar agua de lluvia [4].
En cuanto al tema de la escasez de agua por la sequía, la Comisión Nacional de Agua (Conagua) indicó a mediados del mes de mayo de 2022 que el 81% del territorio mexicano tenía algún nivel de este problema [5]. El 4 de julio el Monitor de Sequía de México de Conagua actualizó su reporte e informó que algunas regiones de Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua y Sonora tienen el nivel de sequía extrema (D3). En un nivel más abajo de la escala, es decir, el de sequía severa (D2), están algunas regiones de Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Nuevo León , Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas. En cambio Colima y Tabasco son estados que no presentan sequías [6].
El estado de Nuevo León, y particularmente la zona metropolitana de Monterrey, está atravesando una sequía en las presas que abastecen de este vital líquido a la población, esto sucede desde inicio de este año [7]. ¿Cuál es el motivo de que exista esta problemática? De acuerdo con el Monitor de Sequía de México, se debe en gran medida a la falta de lluvias, un fenómeno llamado “anticiclónico”. Por esta condición se dan temperaturas altas y cielo despejado en varias zonas del país, y esta es la causa de que no haya lluvias en la mayor parte del territorio nacional [8].
Por todo lo anterior, en julio de 2022, Conagua declaró un estado de emergencia por sequía extrema o excepcional en México ya que alrededor de tres cuartas partes de nuestro país enfrentaban esta escasez de agua y falta de lluvias. Dicho organismo implementará medidas con usuarios y autoridades de los tres órdenes de gobierno para garantizar el abasto de agua a la población, particularmente en donde exista sequía severa, extrema o excepcional [9].
¿Qué podemos hacer los ciudadanos para contribuir al cuidado del agua ante este problema de escasez? Es necesario que en los hogares y edificios se reduzca la demanda de agua potable; en los lugares que tengan la capacidad o las instalaciones adecuadas se pueden reutilizar las aguas residuales para ser tratadas y con ello generar ahorros. Asimismo, es importante que las aguas grises (que son las derivadas del uso doméstico, como el lavado de trastes o del baño de las personas) se usen para regar plantas o bien para el uso en inodoros, por ejemplo. En situaciones particulares del hogar, debemos abrir la llave del agua solo para enjuagar las manos o el cuerpo en el caso del baño, y al enjabonarse mantenerla cerrada. Para ahorrar aún más se puede considerar el bañarse con una sola cubeta de agua. Al lavar los platos se recomienda no dejar el agua correr mientras se enjabonan, de lo contrario, se pueden desperdiciar más de 200 litros de agua [10].
Ahora que conocemos el panorama del acceso al agua a nivel mundial y en nuestro país, seamos más conscientes de su cuidado y comencemos por implementar en nuestros hogares acciones puntuales para su buen uso y aprovechamiento. Enseñemos a los niños y jóvenes que este es un recurso escaso y que debemos valorarlo. Exijamos a nuestras autoridades tomar las previsiones necesarias y destinar recursos a la infraestructura que se requiere para que las futuras generaciones puedan tener acceso a este vital líquido.
ConParticipación
Fuentes:
[1] https://www.gaceta.unam.mx/sin-acceso-al-agua-potable-10-por-ciento-de-mexicanos/
[7] https://politica.expansion.mx/estados/2022/06/25/estados-sequia-en-mexico-2022
[8] Ibíd.
[10] https://los40.com.mx/los40/2022/06/16/actualidad/1655407211_233385.html
