Inicia este 2023 y la esperanza de mejorar en los distintos aspectos de nuestra vida es un gran motivador para realizar pequeños y grandes cambios que pueden ayudarnos a construir mejores hábitos. Todos tenemos algo por mejorar y cuanto más sepamos sobre aquello que deseamos cambiar, mejores estrategias tendremos para lograrlo.

De igual forma cuando detectamos algo que socialmente nos está afectando a todos, nos surge el deseo de cambiarlo. Pero esto es un gran reto. ¿Cómo podemos resolver una cuestión social? Parece imposible, si tan solo cambiar nuestros hábitos es un desafío enorme y depende 100% de nosotros, ¿cómo podemos buscar cambios sociales si muchas cosas no dependen de nosotros? 

El reto de lograr cambios sociales es grande, sin embargo, no intentarlo es dejar a México en la incertidumbre y la desesperanza. Si reflexionamos sobre las situaciones que hemos enfrentado en nuestro país conforme pasan los meses y los años, hoy estamos convencidos de que la gran apuesta es trabajar por la construcción de la paz

La paz no puede ser solo un anhelo o un buen deseo, necesita convertirse en una realidad. Es la base sobre la que cualquier sociedad debe construir su futuro. Vemos cómo en México y en tantos países las situaciones de inseguridad, de desconfianza e inestabilidad frenan a los ciudadanos de trabajar y buscar el engrandecimiento de su nación, y esto es verdaderamente lamentable.

Un primer paso es tener un diagnóstico sobre lo que socialmente se vive. Entre más conozcamos nuestra realidad y todo lo que nos afecta, mejores propuestas tendremos para actuar. En el caso de México observamos algunos elementos de la vida política y social que necesitan mejorar, entre ellas:

  1. Un Estado de derecho sólido

El término Estado de derecho se define como el “principio de gobernanza por el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente y se hacen cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios internacionales de derechos humanos” [1].

Lo anterior quiere decir que todas las personas, instituciones públicas y privadas, así como las instancias de gobierno, deben tener como criterio prioritario cumplir la ley. 

Lamentablemente observamos que en casi todos los estados mexicanos hay zonas con altos índices de criminalidad, operaciones del crimen organizado, violencia entre estos grupos, así como secuestros, extorsiones y homicidios que ponen en constante riesgo la seguridad de los ciudadanos y sofocan todo anhelo de paz y estabilidad.

Aunado a estos grandes males, observamos que la corrupción en los diversos niveles de operación y administración de los cuerpos de la seguridad pública, así como en otras instancias de gobierno, terminan por generar desconfianza en la ciudadanía, al saber que las autoridades en ocasiones están coludidas con los criminales, o bien, hay lentitud o corrupción en los procesos de impartición de justicia. 

Te compartimos un blog que dedicamos exclusivamente a profundizar en la cultura de la legalidad y el estado de derecho: https://conparticipacion.mx/cultura-de-la-legalidad-y-estado-de-derecho-cuarto-pilar-de-la-agenda-ciudadana-2021/

  1. Núcleos familiares inestables

Un diagnóstico más que tenemos es sobre la inestabilidad de los núcleos familiares. Las circunstancias que generan la desintegración familiar, las políticas de divorcio exprés, o la falta de acompañamiento a las parejas para la formación de vínculos estables, impactan en la estabilidad familiar y social [2]. 

De acuerdo con el INEGI, de 2000 a 2020, el porcentaje de la población casada disminuyó 11 puntos (de 49% a 38%). La población en unión libre aumentó nueve puntos porcentuales (pasó de 11% a 20%) y la ex unida (es decir, la población separada, divorciada y viuda) incrementó de 9 a 12% [3]. Estos datos nos hablan de los cambios en la estructura familiar y la necesidad de buscar soluciones para mejorar la estabilidad de los núcleos familiares. 

Es necesario robustecer los núcleos familiares, pues si en estos hay una convivencia armónica, existen relaciones sanas, y se resuelven los conflictos de manera pacífica, sus integrantes podrán a su vez replicar estas formas de comportamiento a la sociedad. Si al contrario, los hijos conviven entre las peleas de sus padres, abandono o violencia, es muy probable que se conviertan en ciudadanos con problemáticas similares. A su vez, los valores inculcados en la familia se llevan también a la convivencia social. Te compartimos nuestro blog sobre la estabilidad y bienestar de los núcleos familiares: https://conparticipacion.mx/estabilidad-y-bienestar-de-los-nucleos-familiares-pilar-numero-uno-de-la-agenda-ciudadana-2021/

Construir un Estado de derecho sólido y fortalecer los núcleos familiares son elementos esenciales para que la sociedad pueda vivir en paz. Este año te invitamos a que te sumes a todos los esfuerzos que puedan aportar a la construcción de una cultura de paz.

Hay mucho por hacer: di no al soborno, actúa siempre conforme a la ley, acude a la autoridad si ves una injusticia o denuncia. Este es un llamado para todos y solo lograremos ver un cambio real si cada quien hace su parte. ¡Construir la paz es posible!

ConParticipación

Fuentes:

[1] http://sil.gobernacion.gob.mx/Glosario/definicionpop.php?ID=97

[2] https://conparticipacion.mx/estabilidad-y-bienestar-de-los-nucleos-familiares-pilar-numero-uno-de-la-agenda-ciudadana-2021/

[3] https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2021/EAP_14FEB21.pdf