El 3 de octubre de 2021 el Congreso de Oaxaca aprobó una reforma al código civil de la entidad que permitirá que los menores de edad puedan cambiar su sexo legal en su acta de nacimiento, con autorización de sus tutores legales [1]. Se estableció que el Registro Civil, con el apoyo de la Procuraduría Estatal de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Oaxaca, deberá obtener el consentimiento informado del menor en el que manifieste el deseo de cambiar su sexo legal y que conozca los alcances de este trámite.
Esta misma reforma también autoriza que cuando los padres o los tutores del menor se nieguen a dar el consentimiento o por alguna razón no se pueda obtener, el menor podrá acudir ante la Procuraduría Estatal de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de Oaxaca [2]. Como se ve, esta medida pasa por encima de la autoridad de los padres, quienes son los primeros responsables de sus hijos, y cede al gobierno esa autoridad.
Es preocupante que se promuevan políticas que atentan contra el bienestar de la niñez y la adolescencia, sin analizar las consecuencias que este tipo de medidas puedan tener en el futuro de los menores. Además es evidente que estas reformas se implementan sin fundamentos de ningún tipo, y solo se basan en la influencia de ideologías.
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