El pasado domingo 31 de marzo, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), en el marco del llamado “Día Internacional de la Visibilidad Trans”, llamó a que se reconociera la diversidad mediante el uso del lenguaje incluyente [1].
Desde la perspectiva de este organismo el uso de dicho lenguaje permite promover una cultura de respeto hacia las demás orientaciones sexuales e identidades de género. En un comunicado señaló que “referirse de manera adecuada en torno a la orientación sexual e identidades de género permite avanzar hacia una sociedad con menos exclusión y libre de violencias” [2]. Sin embargo, es cuestionable que se impongan ciertas palabras al lenguaje con la excusa de respetar e incluir a las personas. Un verdadero respeto no impone una forma de pensar o de vivir, sino que reconoce la dignidad de todos, sin manipulaciones.
El uso del llamado “lenguaje inclusivo” no solo es dañino para nuestro idioma, sino que también representa una confusión grande para las nuevas generaciones. La discriminación no se combate cambiando una letra, sino construyendo desde el diálogo acciones que beneficien a la sociedad.
ConParticipación
Fuentes:
[2] Ibíd.
