Hoy te hablaremos de un tema que salió a la luz recientemente a raíz de una declaración del papa Francisco. En su catequesis del 5 de enero, el papa dijo que la adopción “está entre las formas más altas de amor y de paternidad y maternidad”. Expuso que no había que tener miedo de asumir “el riesgo” de acoger a un hijo. Agregó que con la orfandad “hay un cierto egoísmo” y ligó esto con el invierno demográfico que se vive en varios países; señaló que hoy en día la gente no quiere tener hijos, o están optando por tener solamente uno. “Perros y gatos ocupan el lugar de los hijos”, expresó [1].

Hubo un gran debate social a raíz de esto que dijo el papa. Se le criticó fuertemente y se creó polémica por estas expresiones. Sin embargo, habría que analizar lo que dijo más allá de las críticas. El papa es un líder, no solo de un culto, sino también un líder social que está apuntando hacia una realidad que vivimos hoy y que debería preocupar a la sociedad y a los gobiernos: la disminución de la natalidad.

Los nacimientos están descendiendo y la población mundial está envejeciendo. Hay varios factores que hoy impactan en la natalidad: uno de ellos es el hecho de que las mujeres dediquen un período más prolongado de su vida a la educación, y como consecuencia también dediquen más años de su vida al desarrollo profesional por encima de la maternidad; otro es la postergación del matrimonio y por ende la postergación de la maternidad. También podemos contar entre esos factores la débil seguridad social que existe en muchos países y recientemente el temor e incertidumbre al futuro provocado por la pandemia.

El invierno demográfico que expone el papa trae varias consecuencias. La tendencia indica más descensos en nacimientos a nivel mundial, y aún y cuando algunos países de África continúan registrando crecimiento, la tasa de fertilidad disminuye en muchos otros lugares [2]. Países como China, que tuvieron por décadas una política restrictiva para tener solo un hijo por matrimonio, modificaron esta ley en el 2015 para tener dos hijos. Más adelante la modificaron para tener hasta tres, sin embargo, no se espera una modificación de peso al problema de la baja en la natalidad [3]. En el noreste de este país ya comienzan a aparecer ciudades fantasma.

El que la gente viva hoy más años y haya una disminución significativa de la fertilidad trae como consecuencias [4]:

  • Menos personas trabajadoras y más personas jubiladas.
  • Los países tendrán que adaptarse y aprender a vivir con el descenso en la natalidad.
  • Con menos nacimientos habrá a su vez menos niñas que tengan hijos cuando sean mayores. Y si estas tuvieran menos hijos de los que tuvieron sus padres, tendremos un efecto de caída libre.
  • En Corea del Sur, por ejemplo, ya no hay alumnos suficientes para las universidades, y en Alemania, cientos de miles de propiedades han tenido que demolerse para convertir esos terrenos en parques.

En España, factores como los sueldos bajos, la falta de estabilidad laboral, así como la casi imposible tarea de conciliar la vida familiar con la profesional, han influido fuertemente en los jóvenes, y por estas razones muchos ya no consideran formar una familia a corto plazo, e inclusive, ya no es una alternativa para ellos. Las parejas llegan a retrasar en varias ocasiones la opción de tener hijos con la finalidad de estar en una mejor posición económica, sin embargo, el reloj biológico de la mujer no se puede modificar ni retrasar. España ocupa el segundo lugar con la tasa de natalidad más baja entre los países de la Unión Europea [5]. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE) de España, existen 3.87 millones de hogares en los que no hay hijos, lo que representa el 21% del total. La edad promedio de acceso a la maternidad está en los 32 años, siendo la media de hijos por mujer de 1.33 [6]. Para María Teresa López, especialista en Políticas de Familia en ese país, “las políticas públicas actuales obligan a los millennials a elegir entre tener un trabajo o tener un hijo» [7]. La economía y el mercado laboral en España son factores que están impactando en la decisión de no tener hijos.

La pandemia también ha traído efectos en el tema. Los expertos indican que el miedo, la incertidumbre ante el futuro, las restricciones que afrontamos y el impacto del virus son factores que llevan a las parejas a retrasar la decisión de tener hijos. Diversos estudios indican que, en tiempos de incertidumbre, nacen menos hijos. Héctor Pifarré i Arolas, investigador del Centro de Investigación en Economía y Salud de la Universidad Pompeu Fabra, expone que “el consenso en la literatura (científica) es que, actualmente, la fertilidad es procíclica. Es decir, sigue el sentido del ciclo económico: en las fases expansivas aumenta y disminuye durante las recesiones” [8].

México no está exento de este problema. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2020 cayeron los nacimientos en un 22.1% comparado con los registrados del 2019.  En el 2019 hubo 2 092 214 nacimientos registrados, mientras que en el 2020 hubo 1 629 211. La variación porcentual supera en mucho la tasa promedio entre los años 2016 y 2019 que fue de -2.9% [9].

¿Cómo revertir esta tendencia de no tener hijos?

Es necesario que la maternidad y la paternidad sean valoradas como un bien social. Debe ser prioritario el fomentar políticas de conciliación entre la vida laboral y familiar, mismas que permitan flexibilidad, por ejemplo en el horario de trabajo, en la posibilidad de trabajar desde casa. Se requieren además trabajos mejor remunerados que permitan cierta estabilidad laboral y poder sufragar los gastos al formar una familia. Es necesario hacer ajustes a las políticas públicas de familia y que además los varones se sumen a apoyar dentro del hogar [10].

Volviendo al tema que generó cierto debate por las palabras del papa Francisco, el psicólogo José María Arriaga expone que en una familia sí puede suceder que las mascotas pudieran suplir la necesidad de la paternidad. El adoptar mascotas permite “ejercer igualmente el rol de cuidadores, sin toda la inversión psíquica, temporal, material, y la gran responsabilidad que trae consigo el tener hijos” [11]. Sin embargo, hay que subrayar que criar un hijo trae consigo finalidades distintas a las de criar una mascota. El especialista señala: “La relación de apego entre seres humanos posee características que son propias de la especie, elementos cognitivos y afectivos únicos, además del sentido de dar perpetuidad a una familia y a una especie, desde un punto de vista biológico y evolutivo” [12]. De tal forma que adoptar mascotas y tener hijos no es lo mismo.  

¿Qué existe detrás de preferir las relaciones afectivas con una mascota (otra especie) que con un hijo? Puede ser temor a la responsabilidad, o el sentir que no se tiene una estabilidad económica suficiente para mantener un hijo. Puede tener que ver con miedo a cómo podría afectar al trabajo, o miedo a que quizá la relación de pareja se rompa y queden los hijos de por medio. En un deseo de crecer como personas, hagamos un ejercicio de reflexión, de conocimiento de nosotros mismos que nos lleve a ser mejores y a estar abiertos a la paternidad y la maternidad.

El papa Francisco expuso un punto importante. Muchos han puesto todo de su parte para tener hijos biológicos y no los han podido tener, o bien, han realizado lo necesario para adoptar y las instituciones no los han beneficiado por algún factor que consideran relevante. Tener hijos no es algo sencillo, requiere de valentía y generosidad en todos los sentidos, y quizá este es el llamado que debe hacerse a la sociedad. El ser humano se realiza en el don de sí mismo. Quizá al abrirse a la paternidad y a la maternidad el hombre de hoy redescubra la felicidad y la realización a las que aspira.

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2022/documents/20220105-udienza-generale.html

[2]  https://www.nytimes.com/es/2021/05/24/espanol/reduccion-poblacion-mundial.html

[3] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-57307247

[4] https://www.nytimes.com/es/2021/05/24/espanol/reduccion-poblacion-mundial.html

[5] https://elpais.com/espana/2021-07-03/tener-hijos-es-un-lujo-que-no-me-puedo-permitir.html

[6] https://www.elmundo.es/sociedad/2017/03/30/58da88e6e5fdea406b8b4671.html

[7] Ibíd.

[8] https://elpais.com/ciencia/2021-08-30/el-miedo-en-lo-peor-de-la-pandemia-golpeo-la-natalidad-espana-portugal-e-italia-los-paises-donde-mas-bajo.html

[9] https://politica.expansion.mx/mexico/2021/09/24/mexico-registro-menos-nacimientos-2020-inegi

[10] https://www.elmundo.es/sociedad/2017/03/30/58da88e6e5fdea406b8b4671.html

[11] https://biut.latercera.com/parejas-y-sexualidad/2014/04/por-que-las-parejas-prefieren-perros-en-el-lugar-de-tener-hijos/

[12] Ibíd.