Los bloqueadores de la pubertad son medicamentos que suprimen la liberación de estrógenos y testosterona, hormonas que comienzan a producirse en cantidades mucho mayores durante la pubertad. Estas hormonas son instrucciones que le indican al cuerpo que desarrolle elementos como los pechos, el vello facial, axilar o púbico, o una voz más grave. La supresión de estrógenos y testosterona ralentiza el desarrollo de la persona cuando se toman en la pubertad y adolescencia [1].
En 2020, el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña, financiado por los contribuyentes, encargó a la pediatra consultora Dra. Hilary Cass que examinara la atención brindada a los niños que cuestionan su género. Esto involucraba las tratamientos con bloqueadores de pubertad y procedimientos para “cambio de sexo”. Después de tres años de investigación, el reporte final fue publicado en abril de este año y arroja información importante. Por ejemplo, da a conocer que existen riesgos para la protección de los niños en la llamada “transición de género”, los cuales empeoran por la negativa deliberada de los médicos especialistas en cuestiones de género a seguir las mejores prácticas de protección o incluso a recopilar datos sobre los resultados. Cass señala que cuando la identidad de los niños es tan fluida, los bloqueadores de la pubertad y las hormonas cruzadas no deberían ser parte del tratamiento estándar para menores [2].
El informe de Cass desafía la creencia generalizada de que la identidad de género declarada de un niño no puede ser cuestionada, solo “afirmada”. Según esta investigación la base empírica que sustenta este enfoque es débil. Existen testimonios de jóvenes que en su adolescencia se sometieron a los tratamientos de “cambio de sexo” y que después de un tiempo se dieron cuenta del daño que le hicieron a su cuerpo. Una de ellas es Chloe Cole, quien hoy se dedica a advertir de los problemas que generan esos tratamientos [3].
Es lamentable que se realicen procedimientos corporales irreversibles que lastiman y ponen en riesgo la salud de niños y adolescentes. La salud de las personas debe ser tratada con seriedad, respeto y libre de ideologías.
ConParticipación
Fuentes:
[1] https://cass.independent-review.uk/home/publications/final-report/
[2]
[3] Ibíd.