Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Y por ser hoy un día tan especial, las mujeres que formamos parte del equipo de ConParticipación hemos preparado este boletín para hablar de un tema que nos pareció interesante: el empoderamiento de la mujer.

Primero, con una buena taza de café en la mano, nos pusimos a investigar qué se dice comúnmente sobre el empoderamiento. Los resultados fueron muy interesantes y nos dieron pie para tener una muy buena plática y reflexión.

Encontramos que empoderar se usa con este significado: “Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido” [1]. Entonces este fue nuestro primer hallazgo: resulta que las mujeres como grupo, somos consideradas desfavorecidas puesto que se habla de la necesidad de empoderarnos. Y quisimos analizar si esta idea nos dejaba satisfechas.

Segundo, quisimos consultar lo que la ONU dice sobre esto. Resulta que en la Conferencia Mundial de las Mujeres de Naciones Unidas en Beijing (1995) el empoderamiento implicaba el aumento de la participación de las mujeres en la toma de decisiones y acceso al poder. Detrás de este concepto también estaría la idea de que las mujeres deberíamos tomar conciencia del poder que tenemos y que lo podríamos usar para superar nuestra situación de “desventaja y desigualdad” con respecto a los hombres. Implicaría también crear estrategias para que la mujer tenga acceso a cosas tan básicas como la educación, la salud, el trabajo; y que se le reconozca y revalore su aportación en cualquier ámbito [2].

Sobre todo esto discutimos después. Hay cosas que nos parecen razonables e incluso buenas, pero en otras no estamos de acuerdo. Ciertamente, sí queremos más participación en diversas áreas de la sociedad. Sí queremos participar en las decisiones. Sin embargo, todas coincidimos en que queremos hacerlo a nuestra manera, a la manera femenina. No queremos ser iguales a los hombres. ¿Que estamos en desventaja? Tristemente en algunos ámbitos y en ciertos países sí. Aún existen mujeres víctimas de abuso físico, emocional y psicológico.

Aún existen sociedades donde a la mujer se le hace a un lado, no se valoran sus capacidades o tiene que esforzarse mucho más que el hombre para ganarse un lugar o ser reconocida. Por eso creemos que sí son necesarios los esfuerzos que se hacen desde los gobiernos y desde la sociedad para empoderar a la mujer; entendemos de dónde viene toda esta “lucha”.

Pero todas coincidimos en que más que una lucha queremos que todo el mundo nos reconozca, nos respete y nos dé nuestro lugar. Queremos redirigir el enfoque del empoderamiento.

Nuestro ejercicio de reflexión fue muy extenso como para ponerlo en este espacio, pero a continuación les compartimos las principales ideas.

Anita comenzó diciendo: “Yo creo que se ha tomado mal el concepto igualdad. ¿Igualarnos a qué? ¿A un hombre? A mí no me agrada que me hagan igual a un hombre; yo creo que las mujeres podemos expresar nuestras propias ideas y podemos servir más con nuestra feminidad, nuestras capacidades y nuestros dones. No hay que compararnos con los hombres y quitarles un lugar que les pertenece exclusivamente a ellos. Pero nosotros también tenemos mucho qué dar”.

En este sentido Norma coincide con Anita en el concepto de igualdad y señala: “No me interesa que me pongan igual, porque yo no soy igual; nuestra visión de las cosas es distinta. Yo creo que nos hace falta empoderarnos mutuamente en el buen sentido de la palabra, aceptarnos como somos y hacer lo que podemos hacer mejor, que se nos reconozca, e igual nosotros también reconocer lo que el hombre hace bien”.

Por otro lado Norma comentó algo que nos pareció interesante a todas. Es verdad que existe la necesidad de que a la mujer se le ponga en un lugar más equitativo con respecto al hombre, pero sin caer en la competencia con él: “Siendo honesta, el empoderamiento de la mujer sí es el resultado de una necesidad que hay en la sociedad, pero el enfoque que se plantea está desvirtuado, ¿por qué? Porque está influido por ideologías, por una lucha, una contraposición, como si fuéramos enemigos, no como somos, complementarios”.

Continúa comentando que la idea de empoderamiento sería más honesta si se planteara desde la perspectiva de lo que es y quiere ser la mujer: “El enfoque me parece en parte bueno, pero si fuera un poquito más en el sentido de reconocer que la mujer es mujer sin tener que ganar el mismo sueldo, no sé… quizá no queremos ganar el mismo sueldo que nuestros maridos pero sí queremos disfrutar de ciertos privilegios, que no me esclavicen tanto en horas de trabajo porque tengo otras prioridades como mujer, que puede ser casa, hijos, otras prioridades”.

Por otro lado Vicky comentó sobre cómo el lenguaje se ha utilizado de una manera hasta cierto punto engañosa y esto afectado gravemente en la sociedad, por ejemplo, está muy arraigado ya que la mujer tiene “el derecho” de decidir sobre su cuerpo y bajo este argumento se defiende el aborto. Con respecto a esto comenta Vicky: “ El lenguaje ha sido vital para confundirnos, pienso que no se habla bien de la dignidad de la persona y de lo importante que somos como hombre y como mujer. A las mujeres se nos han dado unos “derechos” que no son, esto nos ha llevado hasta el aborto”.

Respecto a la participación de la mujer en el ámbito laboral comentó Marina: “Queremos equidad de oportunidades para poder competir por los mismos puestos, por los mismos salarios. Hay que creernos que podemos, empoderarnos nosotras mismas y no hacernos menos. Buscamos la equidad más que ser mejores que el hombre; simplemente no somos iguales, y tampoco nos gustaría que nos trataran como ellos, a todas nos gusta que nos den nuestro lugar como mujeres”.

Alexa coincide con Marina en el punto de que la mujer no necesita estar en competencia con el hombre: “Eso de que por ser mujer voy a ser mejor que tú y por eso me merezco tal o cual cosa, no me parece. Creo que allí ya se pierde el empoderamiento. En realidad la meta nunca ha sido derrocar al hombre o el querer estar por encima de él porque somos humanos, somos un complemento. Por eso la palabra correcta para mí no es igualdad, sino más bien equidad”. Equidad más que igualdad.

En ConParticipación creemos que con respecto a la participación de la mujer en los distintos ámbitos de la sociedad, el concepto equidad es más justo que el de igualdad. Equidad se refiere a la “cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones” y en “no favorecer en el trato a una persona perjudicando a otra”[3]. Queremos participar en todos los ámbitos según nuestras habilidades y capacidades como mujeres, sin tener que hacer menos o a un lado al hombre.

Talento femenino. Es el enfoque o manera femenina de resolver un problema o de hacer una cosa. En ConParticipación creemos que la mujer puede aplicar ese talento femenino para hacer una aportación diferente al mundo, una aportación desde una perspectiva femenina.

Ésta se complementa con la masculina y juntas enriquecen la vida humana.

 

El empoderamiento según las mujeres de ConParticipación.

“Para mí el empoderamiento es tomar conciencia de la dignidad que tenemos todos, seamos hombres o mujeres. Reconocer que tenemos esa dignidad como personas y que somos diferentes y complementarios, hombre y mujer”. Vicky Sandoval

“Para mí el empoderamiento es vivir el día a día bajo las mismas oportunidades y que seamos tratados o seamos reconocidos igualitariamente de acuerdo a nuestras diferencias”. Marina Montes de Oca

“Empoderamiento es tener la oportunidad de ser lo que soy, de que la mujer pueda ser
mujer. En resumen yo diría que empoderar es: mujer sé lo que eres. Y tener el apoyo
para desarrollar nuestras habilidades”. Norma Treviño

“Empoderamiento es que se nos dé la oportunidad de valorar más nuestras capacidades como mujeres”. Ana Marina Malo

“Es un proceso de selección de oportunidades, equilibrio y la valoración de las capacidades entre hombres y mujeres a fin de complementarse”. Marlene Serna D.

“Es buscar un equilibrio para erradicar los problemas por medio de interdependencia
entre hombre y mujer”. Alexa Leal

“Empoderamiento es que cada mujer crea verdaderamente en sus capacidades y tenga los elementos y el apoyo de la sociedad para ponerlas en práctica; es también ayudarnos unas a otras para desarrollarnos y ser mejores personas, alegrarnos por el éxito de la otra, sin envidias; las mujeres unidas podemos hacer grandes cosas para la humanidad”. Mayela Sepulveda

Al final concluimos que la mujer y el hombre, ambos, somos iguales en dignidad, pero tenemos distintos dones y habilidades, y eso es una riqueza que podemos explotar para el bien de la sociedad. Empoderar a la mujer es algo bueno, siempre que se le dé un enfoque correcto, un enfoque que ayude a que los dos, hombre y mujer, contribuyan a humanizar juntos a la sociedad.

ConParticipación

 

Fuentes:
[1] RAE
[2] https://www.tribunafeminista.org/2017/02/que-significa-el-empoderamiento-
de-las-mujeres/
[3] RAE