El pasado 5 de abril del presente año, la Comisión de Justicia del Senado de la República, aprobó con 6 votos a favor y 5 en contra el dictamen emitido por la Cámara de Diputados para la regulación del cannabis. Senadores panistas mostraron su desacuerdo con el dictamen por las inconsistencias y contradicciones que presentaba. Uno de los opositores es la senadora Indira Rosales San Román, quien expuso que “no se están tomando en cuenta los temas de salud y las adicciones de niños y jóvenes» [1]. Aún falta que dicho dictamen sea analizado y sometido a aprobación por las comisiones de Salud y Estudios Legislativos Segunda del Senado.
El camino que ha seguido la regulación de la marihuana en México en los últimos años se ha visto influido por intereses económicos e ideológicos. Si bien este último dictamen tiene leves mejorías respecto a lo que se propuso inicialmente en el Congreso de la Unión, aún está guiado por una visión permisiva e indiferente ante la salud pública, que no considera el bien de todos sino que está a favor del interés de unos pocos.
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