En Ciudad de México un terrible accidente en el metro cobró la vida de decenas de personas. Y ha sucedido lo que se esperaba: que se comience a culpar a los mandos inferiores, y que haya desconfianza en que las investigaciones llevarán a las verdaderas causas. ¿Accidente o corrupción? Esto sucede por falta de cultura de la legalidad y por la impunidad.

Quiero hablarte precisamente de este tema. Desde hace varios años el término cultura de la legalidad es muy utilizado entre las autoridades, instituciones y grupos de la sociedad cuando nos referimos al cumplimiento de la ley. Pero ¿qué significa este concepto y cuáles son sus alcances? A menos de un mes de realizarse las elecciones 2021 en nuestro país, hablar de cultura de la legalidad toma un auge importante. En este artículo te explicaremos lo que significa este término y algunos de sus elementos.

La cultura de la legalidad tiene cuatro características sin las cuales no podría existir. Conozcamos su significado [1]:

  1. Conocer la ley. Sucede cuando la mayoría de las personas conocen las leyes y sus derechos o garantías individuales. Por ejemplo: las personas saben que no deben robar o que se les robe.
  2. Respetar la ley. Sucede cuando la gran mayoría de las personas aceptan la ley y tienen la disposición de acatarla. Esto implica respetarla aunque no siempre nos convenga hacerlo. Ejemplo: una persona sabe que no debe robar y no lo hace.
  3. Denunciar las violaciones a la ley. Sucede cuando la mayoría de las personas rechaza la ilegalidad. Esto se refiere a que en nuestra sociedad predomina una actitud que está en contra de la corrupción y la delincuencia. Ejemplo: una persona sabe que no debe robar, no lo hace y además rechaza que otras personas lo hagan.
  4. Colaborar con las autoridades. Esto ocurre cuando la mayoría de las personas apoya a las autoridades que imparten justicia. Es decir, los ciudadanos consideran que el sistema judicial es la mejor opción para obtener justicia y lo apoyan. Ejemplo: una persona sabe que no debe robar, no lo hace, no desea que otras personas lo hagan y, además, si se entera de que alguien robó, lo denuncia ante las autoridades. Este elemento va de la mano con el hecho de no hacerse justicia por su propia mano.

Si existe alguna falla en uno de estos cuatro elementos de la cultura de la legalidad, o falta alguno, se obstaculiza el estado de derecho que la ciudadanía espera que se viva en su país.

Hay muchos autores que hablan de este concepto, uno de ellos es Roy Godson. Para este autor [2]:

“Cultura de la Legalidad significa que la cultura, ethos y pensamiento dominantes en una sociedad simpatizan con la observancia de la ley. En una sociedad regida por el Estado de derecho, la gente tiene capacidad para participar en la elaboración e implementación de las leyes que regulan a todas las personas e instituciones de esa sociedad. […]. Sin una Cultura de la Legalidad, el Estado de derecho no es realmente viable; a su vez, el Estado de derecho sin dicha cultura tampoco es realmente deseable”.

La anterior definición implica que en el ánimo e intención de la población exista ese deseo de promover el estado de derecho con las acciones propias de cada persona. Esto quiere decir que no depende solo de la actuación del gobierno impulsar esta cultura de la legalidad, sino que la comunidad también tiene la responsabilidad de implementarla. Debemos adelantar desde ahora que estos 4 elementos requieren la presencia de otro más: la participación de la ciudadanía en la generación de las leyes, pero de eso hablaremos en otro momento.

Como señalamos, para vivir una cultura de la legalidad, es importante conocer nuestros derechos. Sin este conocimiento, es imposible que se den los tres elementos restantes de la cultura de la legalidad: aceptarlos y respetarlos, rechazar cualquier acto contrario a ellos, y denunciar a quien los violente. En nuestra constitución se encuentran establecidos nuestros derechos humanos fundamentales o garantías individuales, los cuales debemos conocer todos los mexicanos. Al respecto, el artículo 1.º de nuestra carta magna dice a la letra [3]:

“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece”.

Ahora bien, para conocimiento general del lector, mencionaremos las características, clasificación y los principales derechos que se contienen en la constitución. Las características de nuestros derechos fundamentales o garantías individuales son las siguientes: unilaterales, irrenunciables, intransferibles, perdurables y soberanos [4]. Se clasifican en varios grupos [5]:

1. Garantías de igualdad. Aseguran la igualdad ante la ley.

Ejemplos:

Artículo 1.º: señala que todo individuo gozará de las garantías individuales.

Artículo 1.º: prohíbe la esclavitud.

Artículo 4.º: libertad jurídica y protección de la salud.

2. Garantías de libertad. Permiten al individuo ejercer libremente un oficio, expresar sus ideas del modo que prefiera, transitar, libertad de religión, etc.

Ejemplos:

Artículo 5.º: libertad de trabajo.

Artículo 6.º: libertad de expresión.

Artículo 7.º: libertad de imprenta.

Artículo 9.º: libertad de reunión y asociación.

3. Garantías de propiedad. Permiten posesión de bienes muebles e inmuebles.

Artículo 27: adquisición de tierras por particulares.

4. Garantías de seguridad jurídica. Aseguran el bienestar físico y/o psicológico de las personas ante el poder del Estado.

Artículo 14: no retroactividad de ley.

Artículo 16: debido proceso legal.

Artículo 17: ningún individuo podrá hacerse justicia por sí mismo.

En este mismo orden de ideas, México ha suscrito diferentes documentos y tratados internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención sobre los Derechos del Niño, entre otros. Estos documentos y tratados amplían y explican el alcance de algunos derechos tan importantes como es el derecho a la vida, que ha sido sujeto de muchos debates y controversias en México. Se ignora que la Convención Americana sobre Derechos Humanos protege el derecho a la vida desde la concepción y la constitución debe ser interpretada a la luz de los tratados internacionales como lo ordena la misma constitución. Para que una cultura de la legalidad genere un estado de derecho es necesario tener conocimiento de nuestros derechos fundamentales y sus alcances.

En cuanto al derecho a la vida, en México no existe una cultura de la legalidad uniforme en la aplicación y la forma de considerar este derecho. Muchas personas desconocen que el derecho a la vida es un derecho humano fundamental y universal. Existe controversia entre quienes tienen clara la protección de este derecho y ejercen una correcta cultura de la legalidad sobre este tema, y quienes no tienen claro o desconocen el alcance de la protección del derecho a la vida. Al existir esta controversia, desconocimiento o no aceptación de ese derecho, se podría decir que se trastocan los otros tres elementos de la cultura de la legalidad:

  • El respeto (2.a característica de la cultura de la legalidad) no se da, es decir, con el aborto, el secuestro y el homicidio no hay respeto por el derecho a la vida.
  • Rechazo de la ilegalidad (3.a característica de la cultura de la legalidad). Lejos de rechazar el aborto, que es un delito, o de rechazar las leyes que lo permiten, se acepta cada vez más en la sociedad eliminar a un hijo en gestación, y amplias zonas del país se ven azotadas por el crimen organizado.
  • Apoyo a las autoridades que imparten justicia y cultura de denuncia (4.a característica de la cultura de la legalidad). Ejemplo: existen pocas denuncias relacionadas con el aborto, el secuestro y otros crímenes. Casi no escuchamos de personas que hayan denunciado a alguien que orille a una mujer a abortar y con frecuencia la gente teme denunciar los secuestros. 

En el siguiente artículo continuaremos hablando sobre la cultura de la legalidad y cómo fomentarla. Si queremos un país donde se respeten los derechos fundamentales, donde haya justicia y cada vez menos impunidad y corrupción, promover la cultura de la legalidad es indispensable. Empecemos cada uno en nuestros ambientes: respetemos las leyes, no aceptemos sobornos, y exijamos a nuestros gobernantes que hagan cumplir la ley.

ConParticipación

Fuentes:

[1] http://www.almamater.edu.co/sitio/Archivos/Documentos/Documentos/00000462.pdf

http://www.scielo.org.co/pdf/jusju/v10n2/v10n2a05.pdf

https://www.researchgate.net/publication/292615470_Cultura_de_la_Legalidad_Guia_del_alumno_de_secundaria

[2] Roy Godson, “A Guide to Developing a Culture of Lawfulness”, conferencia en el Symposium on the Role of Civil Society in Countering Organized Crime: Global Implications of the Palermo Sicily Renaissance, Palermo, 14 de diciembre de 2000, pp. 2, 3., citado en: https://www.mucd.org.mx/wp-content/uploads/2017/09/LaCulturadelaLegalidad.pdf

[3] http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf_mov/Constitucion_Politica.pdf

[4] https://concepto.de/garantias-individuales/

[5] https://www.utel.edu.mx/blog/10-consejos-para/que-son-los-derechos-y-las-garantias-individuales/

https://concepto.de/garantias-individuales/

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/2/956/4.pdf