Como te comentaba en un artículo anterior, el 5 de octubre de 2020 se pospuso la discusión de una iniciativa a favor del aborto en el Senado de México. Ese día se reunieron las Comisiones Unidas para la Igualdad de Género, de Salud y de Estudios Legislativos Primera, pero la sesión se salió de control y la senadora Malú Micher la terminó abruptamente diciendo que “se haría un parlamento abierto” para discutir el tema. Quizá prefirió terminarla porque sintió la presión de muchos ciudadanos que expresamos fuertemente nuestro desacuerdo sobre esta propuesta por medio de correos, llamadas y mensajes en las redes sociales.
Nos hicieron llegar un estudio realizado en Finlandia que señala que hay más muertes maternas por abortos que por partos o abortos espontáneos. El estudio fue realizado por la unidad de análisis estadístico del Centro Nacional de Investigación y Desarrollo para el Bienestar y la Salud de Finlandia. En comparación con las mujeres que dan a luz, las mujeres que abortan tienen 3.5 veces más probabilidades de morir en un año [1].
Otra importante publicación realizada por Melisa Institute señala que hay más muertes maternas en Ciudad de México que en los otros 26 estados del país. Supuestamente en la capital de México se iba a despenalizar el aborto para mejorar la salud de la mujer, pero los datos nos muestran lo contrario. A continuación te mostramos la conclusión de un experimento natural realizado sobre la legislación sobre aborto, salud materna, fertilidad y muertes maternas, entre otros elementos, realizado en 32 estados mexicanos que demuestra lo que acabamos de mencionar [2]:
- Este experimento natural basado en la población, utilizando estadísticas vitales oficiales prácticamente completas de nacidos vivos y muertes maternas en 32 estados mexicanos entre 2002 y 2011, mostró que las tasas de mortalidad materna y relacionada con el aborto eran más bajas en los estados con una legislación sobre aborto menos permisiva en comparación con los estados con legislación más permisiva. Sin embargo, las diferencias observadas entre poblaciones no se pueden atribuir a la legislación sobre el aborto en sí misma. De hecho, análisis multivariados exhaustivos mostraron que estas diferencias se explicaban en gran medida por otros factores como la alfabetización de las mujeres, la atención médica materna, el agua, el saneamiento, la tasa de fertilidad y la violencia contra las mujeres.
Por otra parte debemos recordar que la Declaración Universal de Derechos Humanos en el artículo 3 menciona que: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona” [3]. Asimismo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el artículo 4.1, también señala: “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente” [4].
De modo que esta iniciativa no ayuda a la salud, sino que tiene graves problemas:
1. Atenta contra la patria potestad, ya que excluye a los padres de familia. Llevaría a niñas incluso de 13 años a abortar sin su conocimiento. De esta forma pasa por alto los derechos de los padres, quienes son los primeros responsables de sus hijos. Esta iniciativa contrapone las disposiciones de la legislación civil en cuanto al ejercicio de la patria potestad y la tutela.
2. Esta iniciativa impone la legalización del aborto. A través de la reforma de diferentes leyes, como la Ley General de Salud, propone ofrecer “los servicios de aborto seguro”. Pero ya hemos visto que no existe el aborto seguro. La madre se somete a varios riesgos de salud en un aborto, y la vida del hijo en gestación se elimina. Una cosa es que haya excluyentes de responsabilidad para el delito del aborto y otra es que sea legal.
3. Impone que las adolescentes cometan el aborto. La iniciativa señala que las mayores de 13 años podrían cometerlo sin permiso de sus padres, y en el caso de las menores de 13 años, señala que se podría suplir el consentimiento de los padres por el de la Procuraduría para la protección de niñas, niños y adolescentes para cometer el aborto (reforma al artículo 52 Bis de la Ley General de Niños, Niñas y Adolescentes) [5]. De esta forma deja completamente desprotegidas y sujetas a los riesgos que conlleva un aborto a las menores de 13 años, y deja en manos de una procuraduría una decisión que no le corresponde.
4. Daña la protección legal a los derechos humanos al introducir en varias leyes el aborto como parte de un catálogo de derechos. Ya hemos explicado en diversas ocasiones que el aborto no puede ser un derecho porque atenta contra el derecho a la vida de un tercero. Por eso es un delito.
Podríamos seguir comentando la iniciativa y encontraríamos aún más fallos. Sigamos manifestando a nuestros legisladores que en México somos provida y que no queremos el aborto. Mantente atento sobre este tema a través de nuestras redes sociales, ya que esta iniciativa aún no se ha desechado.
La otra iniciativa que aún sigue vigente es la que pretende prohibir y sancionar las terapias relacionadas con la identidad y la orientación sexual [6]. También hablamos de ella en un artículo anterior. El día 6 de octubre se iba a votar en el Senado, sin embargo no ocurrió. Aún no hay noticias de cuándo se realizará la votación. Debemos permanecer atentos también a este tema hasta que se deseche.
Demos seguimiento a estas reformas por las cuales se atenta directamente contra el derecho a la vida, la salud y la libertad personal. Mantengámonos informados y alertas.
ConParticipación
Fuentes:
[1] https://obgyn.onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.3109/00016349709024605
[2] https://bmjopen.bmj.com/content/5/2/e006013
[3] https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/
[4] https://www.oas.org/dil/esp/tratados_b-32_convencion_americana_sobre_derechos_humanos.htm
[5] https://www.senado.gob.mx/64/gaceta_del_senado/documento/105609
