Siguen ocurriendo eventos en nuestro país que aparte de la pandemia ponen en peligro la vida y la salud. La semana pasada se dio a conocer en los medios de comunicación que existen grupos de mujeres en Sinaloa que se dedican a promover los métodos de aborto caseros [1].

Estos grupos abortistas están formados por mujeres que sin ser doctoras tituladas se aventuran a “instruir” sobre la forma de cometer un aborto en casa a través del uso de sustancias. No cuentan con ninguna supervisión médica y, además de quitarle la vida al hijo, exponen a las mujeres al riesgo de las complicaciones que puede haber en un aborto, como son hemorragias, septicemias o incluso la muerte. Es lamentable que estas jóvenes realicen este tipo de acompañamientos sin ninguna responsabilidad y sin que ninguna autoridad haya hecho algo al respecto, con todo y que el aborto es ilegal en Sinaloa (pues las excluyentes que establece la ley no lo hacen legal, sino que modifican la sanción).

Tan solo una de estas jóvenes señala haber “ayudado” a cometer aborto al menos a 100 mujeres siguiendo el “Manual de práctica clínica para un aborto seguro” [2], tristemente avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Nos preocupa que la OMS contradice declaraciones y tratados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En efecto, lo que dice la OMS va en contra tanto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos como del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, y en vez de emitir una publicación que defienda el derecho a la vida y evite el aborto, emitió ese documento donde explica el procedimiento para abortar con medicamentos. No se puede justificar que la OMS haya apadrinado ese manual. Además, estas jóvenes no piensan en las vidas de los hijos en gestación que se pierden mediante los abortos, no tienen la menor idea de los riesgos de salud, ni de las muertes que pueden provocar a las mujeres embarazadas. Al parecer tampoco les preocupan los delitos en los que están incurriendo ni en los que pueden incurrir.

Para darte un panorama sobre los riesgos a los que se somete una mujer al cometer un aborto en casa sin supervisión médica, entrevistamos al Dr. Moisés Montaño, médico gineco-obstetra, adscrito al Hospital General de Zona No. 7 del IMSS y al Hospital Regional de Lagos de Moreno en Jalisco, quien nos comenta lo siguiente respecto a las jóvenes que ayudan a cometer abortos en Sinaloa:

  • Estas personas no son ginecólogas, realizan acciones propias de un médico de la especialidad de ginecología sin tener cédula profesional. Con ello están cometiendo un delito según el Código Penal Federal, Libro Segundo, Título 13, Capítulo 7, que habla de la ‘usurpación de profesión’. Allí la ley señala que una persona que sin tener título profesional realice actos propios de una profesión (en este caso, la de un ginecólogo) puede tener de uno a seis años de prisión. Nosotros tenemos una formación de siete años como médicos, y cuatro años como ginecólogos y obstetras.

Continúa el Dr. Montaño: “Promueven el aborto, que es catalogado como delito en el artículo 330 del Código Penal Federal; este señala que se aplicarán de uno a tres años de prisión a quien hiciera abortar a una mujer”.

Respecto al hecho de que las jóvenes que realizan estos “acompañamientos” se apoyan en el “Manual de práctica clínica para un aborto seguro” de la OMS, el Dr. Montaño explica que dicho manual está dirigido a profesionales de la salud y además estas jóvenes no toman en cuenta los siguientes aspectos:

  • “El uso de misoprostol (medicamento utilizado en este tipo de aborto) tiene una tasa de éxito de un 85% en embarazos de menos de 10 semanas, esto quiere decir que un 15% no va a tener éxito por lo que podrían quedar restos de placenta o membranas en la matriz que es necesario limpiar por medio de un legrado. Esto solo lo puede realizar un ginecólogo; ya que podría haber complicaciones como infecciones, sepsis o hasta la muerte. Si un aborto no está completo va a haber hemorragia hasta que se limpie la cavidad”.
  • “Es importante la edad gestacional; se debe hacer una exploración ginecológica bimanual o un ultrasonido que solo puede ser realizado por un médico, ya que muchas mujeres no saben su fecha de menstruación. Además se debe descartar un embarazo ectópico u otras patologías”.
  • “Hay un riesgo de un 10% de malformaciones fetales por el uso del misoprostol, como el Síndrome de Moebius que consiste en una parálisis de los músculos de la cara (si sobrevive el bebé)”.
  • “Tampoco saben cuándo no se debe usar el misoprostol o en qué personas se debe usar con mayor precaución. Si una paciente llega a tener una reacción alérgica se podría morir. No les piden análisis de laboratorio para conocer su estado de salud, si tienen anemia o problemas del corazón. Todas estas cosas las debe vigilar un médico”.
  • “Ellas dicen que muchas de las mujeres a las que acompañan tienen prejuicios sobre que el aborto es un asesinato, y que ellas les hacen ver que es ‘su derecho’. Sin embargo, el libro de “Embriología médica” de Langman dice que el desarrollo de un ser humano comienza en la fecundación. El óvulo y el esperma en su fusión hacen un nuevo organismo, este es el cigoto, una nueva vida. Ellas al hacer un aborto están asesinando”.

Por otra parte, el Colegio Sinaloense de Ginecología y Obstetricia emitió un oficio el 17 de septiembre del año en curso dirigido a la opinión pública en el que hace una advertencia médica sobre el uso del misoprostol. Este oficio indica que el uso de dicha sustancia está indicado principalmente para el tratamiento de úlceras gástricas y advierte que su efecto es impredecible, entre otras aclaraciones [3].:

  • El misoprostol es un medicamento que su indicación principal es para las úlceras gástricas, secundariamente se han encontrado algunas otras indicaciones como lo es el uso en hemorragias obstétricas, en la inducción del trabajo de parto siempre supervisada por especialista y en algunos casos de inducción de aborto en casos que médicamente se ha diagnosticado la no viabilidad del embarazo y no en la terminación del embarazo en forma voluntaria. La respuesta al efecto del Misoprostol es impredecible, siendo muy diferente en cada individuo. No existe en la literatura médica la práctica segura para el uso de este medicamento en inducción del trabajo de aborto; incluso cuando esté indicado tendrá que ser bajo supervisión médica ya que puede haber complicaciones.

Además, advierte que “su uso sin una vigilancia estrecha por especialistas puede llevar a la aparición de hemorragia súbita importante que ponga en riesgo la vida de la persona que lo ingiere” [4].

Como puedes darte cuenta, las acciones realizadas por ese grupo de jóvenes sinaloenses para “ayudar” a cometer abortos en casa están completamente fuera de la legalidad y de todo protocolo médico. Lo que hacen no es ayudar a las mujeres embarazadas, sino ponerlas en riesgo, incluso de muerte, además de eliminar las vidas de los hijos en gestación, por lo cual denunciamos abiertamente este hecho. En el siguiente boletín continuaremos hablando de este tema.

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://www.eluniversal.com.mx/estados/mujeres-feministas-guian-abortos-caseros-en-sinaloa

[2] https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/134747/9789243548715_spa.pdf?sequence=1

[3] Colegio Sinaloense de Ginecología y Obstetricia A.C. Advertencia médica del uso de misoprostol, 17 de septiembre de 2020. https://www.facebook.com/186096208158368/posts/2930291823738779/

[4] Ibíd.