El Comité de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés) de la ONU publicó un informe la última semana de agosto del presente año, en el que presiona a Polonia para que legalice y despenalice el aborto completamente, tal como sugiere la Organización Mundial de la Salud (OMS). El Comité de la CEDAW tiene una larga historia de presionar a los países para que sus leyes sean más permisivas con el aborto, a pesar de que la Convención no lo menciona explícitamente, y de que no existe un “derecho humano al aborto” reconocido internacionalmente en ningún tratado de derechos humanos de la ONU o en alguna resolución de la Asamblea General [1].
El reporte del Comité fue una respuesta a la información enviada por activistas del aborto, incluido el Centro de Derechos Reproductivos, que alegan que las leyes polacas violan el tratado de la CEDAW, al cual están ratificados. Recordemos que Polonia es de los pocos países europeos que conservan una fuerte protección del derecho a la vida de los no nacidos, y solo permite el aborto si la salud o la vida de la mujer están en riesgo, o si el embarazo es el resultado de un delito [2]. En realidad, el Comité de la CEDAW se excede en sus funciones al invadir la soberanía de Polonia e insistir en que este país quite la protección del derecho a la vida en sus leyes [3].
Polonia es de los pocos países europeos que protegen a sus hijos de ser abortados y mantienen en sus leyes la restricción al aborto. Reconocemos la valentía y estrategias del pueblo y gobierno polaco para no caer en las presiones internacionales que prácticamente quieren obligarlos a modificar sus leyes para introducir el aborto.
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