¿Cómo reaccionarías si te dijera que en México hay ciudadanos de primera y de segunda clase? Quizá lo niegues, porque parece una idea sacada del siglo antepasado, o tal vez te molestes porque el comentario suena altamente discriminatorio. Pues tristemente es real. En nuestro país podríamos decir que hay mexicanos de primera y de segunda clase: los primeros son aquellos a los que se les dejó nacer, y los segundos son los que desafortunadamente no vieron la luz porque alguien más decidió que no debían venir a este mundo.

Eso es lo que pasa hoy con el aborto. Parece un tema y un discurso muy trillado, y quizá lo es. Sin embargo, ConParticipación, y muchas otras organizaciones y personas a favor del derecho a la vida, seguiremos trabajando hasta lograr que desaparezca de la sociedad ese mito de que el aborto es algo que beneficia a las mujeres, o que es “salud”. A 15 años de la despenalización del aborto en la Ciudad de México, es lamentable saber que a causa de este han perdido la vida antes de nacer por lo menos 237 643 mexicanos (cifras hasta junio de 2021) [1]. No puede ser un “servicio de salud” una medida que acaba con la vida de seres humanos indefensos y pone en riesgo la vida y la salud de las mujeres embarazadas.

Y desafortunadamente hemos visto como conforme pasan los años el aborto gana terreno más rápidamente en nuestro país. De 2007 a 2018 solamente se permitía en la Ciudad de México, pero la influencia de los grupos abortistas logró que en 2019 se introdujera en Oaxaca. Posteriormente, en 2021, se despenalizó en Hidalgo, Veracruz, Baja California y Colima, y este año 2022 en Sinaloa.

Cabe mencionar que en el caso de Oaxaca, el aborto se aprobó de manera incongruente desde el punto de vista legislativo, ya que en ese momento la constitución de ese estado protegía la vida humana desde la fecundación. Lamentablemente, en octubre de 2021, los diputados de Oaxaca aprobaron una reforma a la constitución local para eliminar esa protección del derecho a la vida desde la fecundación bajo el argumento del “derecho a la libertad de la autonomía reproductiva”. La diputada Magaly López Domínguez, quien promovió la iniciativa de reforma a la constitución oaxaqueña, señaló que con esta reforma “se corrige un despropósito inconstitucional que frenó el avance de los derechos de las mujeres” [2]. Es claro que dentro de estos derechos no están incluidos los derechos de las mujeres por nacer. Preocupa también que un órgano legislativo se sienta con la autoridad moral de determinar que un ser humano no tiene derecho a que la ley proteja su vida desde el momento de su concepción.

El avance del aborto es un tema que alarma, y además se suma a la grave situación de la disminución de la natalidad. Por un lado, vemos que se eliminan vidas humanas a través del aborto, y por otro lado, observamos en México un descenso alarmante en los nacimientos. Mostramos a continuación el caso de la Ciudad de México:

En la tabla anterior se observan cifras de 2010 a 2020 de CDMX, del número de nacimientos por año, el número de abortos cometidos por mujeres originarias de CDMX, y se obtuvo también el número de embarazos que se dieron cada año, a raíz de los primeros dos datos. En 2010, el 7.1% del total de los embarazos, terminó en aborto. Sin embargo, a lo largo de una década esta cifra aumentó hasta llegar al 10% en el 2020. Eso significa que en el año 2020, en Ciudad de México, 1 de cada 10 mujeres que supieron que estaban embarazadas abortaron. Además, la natalidad también decreció. ¿Qué sucederá si continúa la tendencia? Un invierno demográfico para México y se continuarán perdiendo miles de vidas humanas.

¿Qué podemos hacer? Algunas ideas prácticas son:

• Convertirnos en ciudadanos informados y proactivos. Por un lado, saber defender el derecho a la vida con argumentos de ciencia, de razón y legales. En ConParticipación tenemos varios materiales que te pueden servir para ese fin. Por otro lado, estar al tanto de las iniciativas que se están proponiendo en el congreso federal y los congresos locales. Si hay alguna en donde se quiera despenalizar el aborto, expresa tu desacuerdo a los legisladores o autoridades correspondientes.

Ser promotores del derecho a la vida. Para ello es muy importante el punto número 1, es decir, formarnos, pero no solo eso, sino también difundir en nuestros círculos sociales cercanos y en nuestras redes sociales que el derecho a la vida es el primer derecho humano fundamental y que la protección de la vida humana inicia en la fecundación. No tener miedo a expresar que la vida humana debe respetarse, sin importar las circunstancias en que fue concebida.

Apoyar el trabajo de las organizaciones provida. Unirte a sus campañas, difundir sus contenidos en redes sociales, participar en las marchas a favor de la vida, etc.

Apoyar y difundir el trabajo de organizaciones que ayudan a las mujeres embarazadas y que promueven la adopción. Por ejemplo VIFAC, Mater Filius, Yoliguani, Casa mi Ángel, entre otras.

 Exigir al gobierno que destine más presupuesto a la salud materno infantil, que abarca el periodo del embarazo, parto y posparto.

Exigir políticas públicas a favor de la maternidad, como apoyos y prestaciones para las mujeres trabajadoras que son madres o jefas de familia, facilitar el acceso a la educación para todas las mujeres, trabajos dignos para las madres de familia, etc.

Realizar campañas de promoción a favor de la maternidad y la familia. Hay que transmitir a las nuevas generaciones un contrapeso cultural ante los ataques que hoy se dan contra el matrimonio, la vida familiar y la maternidad. Deben saber que la maternidad no es una enfermedad ni una esclavitud para la mujer, sino un factor de realización y parte de su esencia.

Promover una cultura de respeto a la vida en todas sus etapas y manifestaciones. Esto se puede hacer desde muchos frentes, pero es particularmente importante empezar por la educación que las familias dan a sus hijos en este sentido.

No debemos desanimarnos ante el avance de las leyes y políticas antivida, al contrario. Hoy más que nunca debemos unirnos y como sociedad ser promotores de una cultura a favor del derecho a la vida. La clave es no quedarse de brazos cruzados sino participar. Desde tu contexto puedes contribuir a contrarrestar las acciones e iniciativas que atacan la protección del derecho a la vida.

ConParticipación

Fuentes:

[1] https://www.salud.cdmx.gob.mx/storage/app/media/uploaded-files/28.sep.2021%20ILE%20CDMX.pdf

[2] https://aristeguinoticias.com/0110/mexico/oaxaca-reforma-su-constitucion-y-determina-que-el-derecho-a-la-vida-no-empieza-en-la-fecundacion/